Muchas personas, la primera vez que se acercan a un monasterio budista y ven a un monje haciendo postraciones o recitando mantras y plegarias, con un collar de cuentas o rosario, en la mano, y, además, en un idioma extraño, experimentan cierta perplejidad, extrañeza e incluso, hasta cierto rechazo.
De repente les da la impresión de estar en una mezquita, o en un convento cristiano.
Los mantras, las oraciones, las plegarias y el Collar o rosario no son exclusivos del Budismo, al contrario, son muy comunes en todas las culturas y Tradiciones religiosas de todo el mundo.
En cuanto a las postraciones budistas, no tenemos constancia de que tengan un origen común a otras prácticas parecidas, como la postración que hacen los musulmanes cuando oran hacia la Meca, o la postración que hacen algunos monjes cristianos en señal de penitencia o castigo.
Sin embargo, las postraciones, aunque con formas y connotaciones ligera o totalmente diferentes, sí tienen algo en común: suelen estar ligadas a un gesto de reverencia, obediencia, fidelidad, respeto, humildad.
(En el caso de las postraciones Budistas, la persona se inclina ante el Buda y todos los maestros.)
Esto pudiera hacernos contemplar la idea de que tal vez sí tengan un nexo común, tal vez, en un remoto pasado, en que los hombres se prosternaban ante los dioses que habitaban en la tierra. Esta connotación sigue persistiendo en algunas culturas, en donde las gentes se agachan, se arrodillan o se prosternan ante los reyes, príncipes y líderes y dirigentes religiosos.
Las postraciones budistas nacieron en los monasterios budistas como una forma de yoga o gimnasia para fortalecer y flexibilizar el cuerpo y, especialmente, las articulaciones y la espalda; era una forma de Chi Kung.
No obstante, los monjes se dieron cuenta, de que, haciendo postraciones, las emociones de la ira, el enfado, el orgullo y la lujuria se calmaban, además de sentir su cuerpo más fuerte y flexible.
Más adelante, le añadieron plegarias y visualizaciones que incrementaban el poder apaciguador de las emocionen de la ira y el orgullo así como de la lujuria.
De ahí nacieron las postraciones budistas, tal como las conocemos hoy en día, un poderoso medio de meditación en movimiento, la técnica de meditación más sencilla, rápida y eficaz para cualquier persona que desee apaciguar este tipo de emociones, personas que por algún motivo, no son capaces de meditar estáticamente, o que tienen graves problemas para relajarse y/o desarrollar la concentración.
Inclusive aquellas personas que tengan algún impedimento físico o enfermedad que les impida hacer las postraciones, pueden hacerlas mentalmente, recitando la plegaria y obtendrán el mismo efecto, a nivel emocional.
Las postraciones van bien para los problemas de espalda, la columna, las vértebras y problemas cervicales y todo tipo de problemas musculares y circulatorios.(salvo que halla operaciones recientes, heridas, inflamaciones, infecciones, o algún tipo de cáncer que desaconseje estos movimientos).
Están indicadas, incluso, en problemas de hernia discal, dado qué en ningún momento, la espalda se arquea hacia atrás; al contrario, se estira en el suelo, se estira también de pie, cuando alzamos los brazos y se redondea hacia delante, tanto cuando nos agachamos como cuando nos levantamos del suelo.
Tanto al agacharse, como al levantarse, las piernas presionas el abdomen, masajeando el abdomen y los órganos internos y las vísceras, estómago, intestinos, esfínteres, próstata, ovarios, hígado, vesícula, páncreas, útero, vagina, testículos. . . incluso, los pulmones, el corazón y la frente cuando nos apoyamos y nos estiramos en el suelo.(La circulación de la sangre al cerebro se ve incrementada y la glándula hipófisis se ve fuertemente estimulada al apoyarse la frente en el suelo. En caso de que la persona que realice postraciones tenga tendencia a la irascibilidad, a la agresividad, a la ira, al enfado..no debe apoyar la frente en el suelo, debido a la fuerte estimulación de la glándula hipófisis)
También los riñones reciben su correspondiente estimulo al agacharnos y al levantarnos.
Todas las articulaciones del cuerpo, desde los dedos de los pies, los tobillos, las rodillas, las piernas, la cadera, los hombros, los brazos, las muñecas, los dedos de las manos, el cuello… Todo, absolutamente todo se ve estimulado e implicado en este simple ejercicio.Por dicho motivo, es infalible para corregir y prevenir problemas de artritis y artrosis.
Por todo ello, los beneficios de los que podríamos hablar del resultado de hacer postraciones, solo a nivel físico, para mejorar dolencias y corregir muchas enfermedades, serían innumerables.
Otras de las ventajas, pareja a la flexibilización del cuerpo y de las articulaciones, está el hecho de eliminar contracturas y bloqueos de tensiones en nuestro cuerpo, especialmente en las cervicales y en toda la musculatura de la espalda y también, en la médula espinal.
Las tensiones y contracturas de la espalda, las cervicales y la médula, son típicas de personas que sufren estados nerviosos de diversa índole y las consecuencias de estos bloqueos suelen ser dolores de cabeza, migrañas, vértigos y mareos, confusión, perdida de memoria, falta de concentración, desvanecimientos, ataques epilépticos, convulsiones, tics nerviosos, parálisis o adormecimiento de algún órgano o extremidad del cuerpo, tendencia a la paranoia y manías, psicosis, neurosis, estados de agresividad...
La práctica continua de las postraciones nos permite liberarnos de tensiones y bloqueos que nos permite aliviar muchas dolencias típicas de nuestra sociedad y nos prepara, también, para poder acometer la práctica de la meditación, dado que uno de sus requisitos es tener el cuerpo libre de tensiones y bloqueos.Las postraciones, además, nos ayudan a desarrollar la concentración y esto es también necesario para acometer con más facilidad la experiencia de la meditación.
Por estos motivos y por todos los demás citados, la práctica de las postraciones es una práctica preliminar, que prepara el cuerpo, la mente y la palabra para adentrarse en prácticas meditativas más complejas, de tipo tántrico, que requieren tener una predisposición mental, emocional y física relajada, una actitud de cierta mansedumbre de espíritu para poder meditar en las divinidades, tanto pacíficas como aireadas, para eliminar el riesgo que supone este tipo de meditaciones, si tenemos el ego muy desarrollado o tenemos un estado mental o emocional muy alterado o si tenemos bloqueos y tensiones corporales que nos impieden relajarnos.
Para poder meditar en las divinidades, es necesario haber rebajado el orgullo y la ira, de lo contrario, estas meditaciones tántricas del budismo tibetano, pueden darle más fuerza todavía a nuestro ego, lo mismo sucede si una persona se adentra en la práctica del tantra sexual, sin haber purificado lo suficiente estos aspectos más groseros del ego.
Los maestros siempre ponían este ejemplo: “Antes de intentar llenar un vaso con agua limpia, es necesario limpiarlo, purificarlo” Esta es, pues, la finalidad de las postraciones, la de purificar el cuerpo, la palabra y la mente para poder dotarlos de mucha energía, fuerza y luz, posteriormente.
Hemos podido constatar, que muchas personas que llevaban ya bastante tiempo haciendo prácticas de meditación tibetanas, no cambiaban en absoluto y terminaban abandonando la práctica, sin comprender muy bien qué es lo que estaban haciendo, ni para qué, o se ponían aún peor de lo que estaban, aumentaban la fuerza de sus defectos de la arrogancia, la ira, el enfado, la ira, complicando aún más sus problemas psicológicos.
Es importante empezar bien las cosas desde el principio y hacer caso a las indicaciones de los Lamas.
De momento, vamos a dejarlo, queridos amigos, pero continuaremos hablando sobre las postraciones, de las plegarias y de la visualización y de algunos de sus beneficios no solo físicos, sino también anímicos y psicológicos más notables, como curar la timidez, así como ciertos estados moderados de esquizofrenia, fobias, manías y obsesiones.
Para lograr esto, daremos ciertas indicaciones, que complementan a la práctica de las postraciones, son unos mantrans muy poderosos que tienen una tremenda fuerza y poder para disipar estados emocionales y mentales tremendamente negativos, en los que la mente está prácticamente poseída por el ego y la persona no tiene ninguna voluntad para recuperar el control o equilibrio de su mente, de su cuerpo y de su palabra. Son mantrans que tienen el poder de conjurar al ego que se ha instalado en nuestra mente, en nuestras emociones y en nuestro cuerpo y, que nos permite, al menos por un tiempo, serenar nuestra cuerpo y nuestra mente, recuperar el control, durante un tiempo, hasta que el ego vuelva al ataque e intente apoderarse de nuevo de la mente y de las emociones de la persona enferma.
Si la persona está dispuesta a luchar, es posible recuperar al enfermo psíquica y anímicamente y abandonar el uso de pastillas y drogas, recuperar el equilibrio y volver a ser personas normales.
Hay estados psicológicos y emocionales que nunca podrán ser corregidos con pastillas, porque la ciencia ignora totalmente lo que es el ego y la manera en que éste puede adueñarse de la voluntad, del cuerpo y de la mente de una persona, poseyéndola, anulando su voluntad para actuar, para expresarse, para pensar, para hablar, para vivir.
Un claro ejemplo de esta situación es la tan temida y tan frecuente enfermedad de nuestro siglo, la depresión.
La única manera de curar a una persona poseída por el ego, es, a través de conjuros y exorcismos, plegarias y mantrans, tremendamente eficaces, que la ciencia ignora y desconoce y que no tiene la menor intención de conocer, estudiar o aceptar y también, cono una adecuada disciplina física, sabiamente aplicada.
Si combinamos la disciplina física, el yoga, las postraciones, unos buenos hábitos y dieta saludables, en combinación con la ciencia vibratoria de la palabra, “los mantrans”, así como el respeto al Shila, es posible recuperar psicológica y anímicamente a muchas personas enfermas, sin aparente posibilidad de ser recuperados por la ciencia médica materialista.
Esto es posible si la persona se somete a una disciplina diaria controlada. Para ello, la persona debe entregarse y hacer todo lo que se le manda, debe de aceptar la disciplina y para esto, la persona debe adquirir confianza. La confianza, la entrega y la fe nacen cuando obtenemos resultados y para obtener resultados es necesario empezar, al menos, eso es obvio.
Si negamos algo sin ni siquiera haberlo probado, ¿como sabremos si realmente es verdadero y útil?
Si una persona se somete a una dieta adecuada, a una disciplina física controlada y a una práctica esotérica también adecuada, es posible recuperase de estas enfermedades y volver a ser personas útiles y normales. Requiere de esfuerzo y disciplina, de mucha dedicación, pero los resultados se van obteniendo gradualmente y poco a poco la salud se recupera.
Le recomiendo que lea el artículo publicado en este blog, titulado:La combinación de los alimentos y este otro, en proceso de construcción, titulado: "Salir de la depresión" , así como este otro, no menos importante, titulado: "La respiración, la salud y las enfermedades nerviosas"
También es del todo aconsejable que estas personas se inspiren en algo estimulante, que busquen una alternativa espiritual para sus vidas, esto puede serles muy útil para superar estados de depresión, pero no es recomendable que se adentren en el campo de la meditación, mientras la mente no se encuentre equilibrada, de lo contrario las cosas podrían empeorar, se forzará a hacer algo para lo que no está realmente en condiciones de realizar o llevar a cabo. Será mucho más fácil emplear ese tiempo y ese esfuerzo o dedicación en llevar a cabo una disciplina física, como las postraciones y el caminar, y una disciplina a la hora de alimentarse y se obtendrán verdaderos y espectaculares resultados, antes de lo esperado. No es posible meditar si uno no se encuentra en condiciones para hacerlo, además es contraproducente, además de extenuante e inútil.
Un último apunte acerca de las postraciones, que puede resultar de gran interés, especialmente para los varones. Las postraciones son realmente, diríamos que milagrosas para curar los tan indeseados problemas de impotencia de los hombres, la eyacualción precoz y las poluciones o emisiones involuntarias del semen durante la noche, cosa que le sucede a muchos hombres hoy en día.
Este efecto se debe a que cuando se hacen postraciones, el abdomen se fortalece, así como los esfínteres, la próstata, los testículos y el mismo órgano viril, con el contínuo subir y bajar del cuerpo, al agacharse y al levantarse.Por causa de la presión abdominal de las piernas, además, se corrigen problemas como el estreñimiento, se eliminan gases y baja la barriga. El colon y el intestino se ven estimulados y regenerados.
Si alguien desea curarse de estas dolencias que tanto desesperan a los varones, en vez de estar tomando pastillas y recurrir a un sinfín de remedios ineficaces, lo mejor es hacer postraciones, son gratuitas y le curarará de muchos otros problemas y no tienen efectos secundarios indeseables. Se pondrá fuerte y su flexibilidad corporal aumentará.
Combine las postraciones con el caminar, todos los días. Realice trescientas postraciones todos los días, en diferentes sesiones todos los día, salga a caminar dos horas seguidas, todos los días y verá como al cabo de solo un mes se volverá un hombre lleno de vigor, la depresión desaparecerá y su cuerpo se moldeará, como si fuese a un gimnasio, se estilizará, se volverá más musculoso y más viril, pero flexible y ligero, nada que ver con hacer pesas en un gimnasio. Se sentirá más relajado, las tensiones y los bloqueos del cuerpo desapraecerán, su memoria aumentará, su concentración, su atención, su estado anímico...todo.
Empiece haciendo solo 25 postraciones en cada sesión para acostumbrarse los primeros dias, pues le saldrá agujetas y salga a caminar una hora, en vez de dos horas seguidas, para acostumbrarse y vaya incrementando hasta ralizar cien postraciones seguidas, tres veces al dia y caminar dos horas seguidas, todos los días. Mientras no se acostumbra se sentirá cansado , con agujetas, pero no se desanime ni abandone,porque eso es normal, pero no lo deje, tiene que insistir hasta que ya no se canse, hasta que se adapte. Busque a alguien que le acompañe para hacer postracioenes en casa y para caminar, siempre será más entretenido y menos sufrido si alguien le acompaña.
Si se encuientra muy cansado o decaído tome un poco de jalea real por la mañana y una infusión con algo de miel y una puntita de café, antes de salir. Esto le dará ánimo y le minimizará el cansancio y la desgana o inapetencia incial.
La fé en el maestro y la transmisión
¡A medida que el alumno o discípulo pone a prueba el método y obtiene resultados, surge la fe y la obediencia. Es entonces cuando está dispuesto a seguir al maestro sin rechistar, no antes!
Y cuánto más obediente y aplicado es el discípulo, más conocimiento le es entregado para que logre avanzar cada vez más y más rápido.
Muchas personas piensan que están preparadas y piden a los maestros que les enseñen tal o cuál cosa, pero el maestro sabe ponernos a prueba, no es un estúpido y no entrega perlas a los cerdos.
¡El maestro no enseña todo lo que sabe ni enseña todo lo que dice y hay muchas cosas que jamás enseña y sólo las transmite a aquél que está realmente preparado!
Por este motivo, la tradición es que las enseñanzas más secretas jamás son escritas, sino, transmitidas de labio a oído.
A veces hay casos en que el maestro no encuentra a ningún discípulo preparado y entonces escribe su conocimiento y lo oculta, enterrándolo en un lugar oculto, que, con el paso del tiempo, puede ser descubierto, por él mismo, en una nueva reencarnación, o por otro individuo que ha alcanzado la madurez espiritual necesaria para entender y practicar adecuadamente esas enseñanzas y proseguir con la transmisión.
Esta práctica ha sido muy frecuente en el budismo tibetano, (Termas, o enseñanzas sagradas enterradas) pero también lo ha sido en el cristianismo antiguo, las enseñanzas de los antiguos Esenios y Gnósticos, seguidores de las antiguas enseñanzas secretas de Jesús, después de su muerte física (Textos sagrados Apócrifos en el mar muerto).
Esta es la manera en que a día de hoy, las enseñanzas de Jesús han podido llegar a nuestros días, a pesar de que jesús y sus apóstoles y seguidores fueran perseguidos y casi aniquilados, generación tras generación, desde el principio.
Para empezar este método, la persona deberá tomar lo votos principales del Shila, en una ceremonia tradicional, ante un Lama de linaje Budista. El nombre de esta ceremonia es "Toma de refugio"
En dicha ceremonia, la persona se compromete, ante el lama, a no robar, no matar, no mentir y no perjudicar la vitalidad del cuerpo.
Sin estos votos, la persona no puede ser instruida, ni se le pueden entregar enseñanzas ni iniciaciones de ningún tipo.
Esta ceremonia o toma de refugio debe ser dirigida por un Lama y seguidamente, podéis solicitar que os enseñe la práctica preliminar de las postraciones.
Si deseais información al respecto, podéis dirigiros al Templo Budista de panillo.
Podéis pinchar aquí para la información de contacto:
En el mensaje debéis de especificar que deseais información para "tomar refugio y recibir la enseñanza de las postraciones o preliminares"
Un último apunte acerca de esta práctica es la siguiente. Esta práctica es una disciplina física, unida a una práctica devocional, es una práctica completa que pone en movimiento a nuestro cuerpo, a nuestras emociones, a nuestra palabra y a la mente y cuyos fín es, además de purificar y flexibilizar a nuestro cuerpo, ayudarnos a purificar la palabra con la recitación del mantra o plegaria de la toma de refugio y también, exige a la mente una visualización de un árbol, en donde se encuentran todos los grandes seres iluminados. Por ello, es una practica meditativa en movimiento que implica la utilización y la purificación de los tres cuerpos o vehículos de manifestación: El cuerpo, la palabra y las emociones y la mente.
Es una práctica o disciplina física, emocional y mental y tiene cierto componente devocional característico del Budismo Vajrayana, lo cuál implica que tengamos que utilizar palabras cuyo significado no comprendemos tal vez correctamente y visualizar deidades o divinidades o maestros que no tienen mucho que ver con nuestra tradición cultural religiosa y pueden en algunos casos, producir ciertos conflictos y falta de entendimiento acerca de lo que se está haciendo, especilamente si se es una persona que ha recibido una educación católica o cristiana, como es el caso de la gran mayoría de las personas occidentales.
Cuando haga esta práctica, no se inquiete y si tiene alguna duda acerca de lo que está haciendo, pregunte a un Lama y sepa que no está haciendo ningún ritual extraño de brujería o exorcismo.
Se trata en el fondo, de lo mismo, con otras formas y otro colorido y eso no tiene que ocasionarle inquietud o conflicto con su fe.
Lo digo porque muchas personas tienen al principio este problema y no lo comentan, hacen la practica pero no saben muy bien lo que están haciendo, lo hacen con cierto temor y duda y esto, con el tiempo es un obstáculo que le llevará con toda seguridad al fracaso o al abandono de la practica.
Esto le ha sucedido a personas que llevaban incluso algunos años practicando meditaciones del linaje budista Vajrayana y al final, confesaban que no sabían muy bien que es lo que estaban haciendo, que no lo comprendían.
Debemos de entender que es una tradición y cultura muy diferente a la nuestra y no es fácil de asimilar de repente tanto colorido y tantas divinidades y tantos nombres y palabras raras.
Por este motivo a veces es más fácil pedirle a una persona o a un lama occidental que nos oriente y nos explique bien que es lo que estamos haciendo, en un lenguaje más fácil de entender para nosotros y no limitarnos a hacer cosas por hacerlas, porque otros las hacen o porque resultan muy bonitas y exóticas.
Por ejemplo, suponga que le enseñan una practica de meditación de Tchenresi, o una practica de meditación de Tara, o una de Amithaba, pero no le explican quién es Tchenresi, Tara o Amithaba, qué es lo que representan, para qué sirve esa meditación.
Ya no digamos si entra en un ritual y presencia una meditación ritual de Mahakala, u otro tipo, pues haber hay de muchos tipos y colores y algunas hasta pueden hacerle sentir que está en medio de una tribu indígena, con tambores y trompetas y hasta es posible que le entren ganas de salir corriendo.
Ya no digamos si lee los textos de esos rituales, seguro que no deseará saber nada más acerca del Budismo.
Lo que digo no es en nada exagerado y le ha sucedido a gran cantidad de personas e incluso, como ya hicimos constar, hay muchas personas que están ahí y no entienden muy bien que es lo que están haciendo, pero lo hacen, pasan años hasta que un día se dicen: ¡No sé lo que estoy haciendo! y entonces, se marchan, habiendo perdido un tiempo precioso, intentando digerir algo que no entendían en absoluto.
Mi consejo es que siempre pregunte, a ser posible a un Lama occidental experimentado y no al primero que se le cruza por delante, ni siquiera si lleva mucho tiempo haciendo esa practica o si viste como monje. No se fíe, pregunte siempre a un Lama y si no es occidental, pues, pida un traductor y exprese todas sus dudas y temores.
Como dice el provervio: "El que pregunta queda como tonto un minuto, pero el que no lo hace queda como estúpido durante toda su vida".
Quisiera hacer un pequeño apunte más, antes de terminar.
No busque ni espere encontrar nunca a un maestro perfecto, a alguien que es capaz de levitar o volar o adivinar su pensamiento y saber en todo momento qué le sucede o qué es lo que le pasa y cómo solucionar sus problemas
Lo normal será siempre que encuentre a personas normales en su camino y es más, ¡cuánto más normales y desapercibidas y discretas sean, mucho mejor!.
Por normales no debemos de entender personas vulgares u ordinarias, ni comunes, sino, simplemente, discretas, que no desean llamar la atención ni demostrar nada, ni tener protagonismo.
Si ve a una persona así, esta será la mejor pista que puede indicarle si esa persona está haciendo una buena práctica, aunque sea una persona que tenga sus problemas y dificultades, como todo el mundo!
¡Cuánto más charlatán y más eufórico vea a alguien y con gran deseo de protagonismo y deseo constante de dar lecciones, más indicio de que no debe seguirle o imitarlo o escuchar sus consejos!
A veces, no es alguien perfecto la persona más indicada para ayudarnos, sino alguien que ha pasado por los mismos problemas que nosotros estamos teniendo, alguien que ha tenido experiencias similares, alguien que ha sufrido lo mismo que nosotros sufrimos y que ha logrado cierto equilibrio y cierta triunfo para superarse a sí mismo.
Estas personas estarán más cerca de comprenderle y tal vez, de ayudarle.
Alguien que realmente ha pasado por el mismo sufrimiento o dolor que usted ha pasado, sentirá más empatía y afinidad y compasión por usted y no le juzgará ni intentará darle sermones ejemplarizadores, ni le hará sentirse culpable ni desmoralizado, salvo que él se encuentre desmoralizado y se sienta culpable, claro está.
En todo caso huya de quién gusta presumir de tal o cuál experiencia y gusta de dar consejos a cada momento, o presume constantemente de saber lo que le pasa a los demás a cada momento y tener soluciones para todo.
Acerca de la práctica para apaciguar las obsesiones y compulsiones, en el capítulo titulado"El pacto postmorten en el bardo de la muerte", de momento es algo que no es conveniente enseñarle y lo primero y adecuado es que empieze con la práctica de los preliminares, habiendo tomado los votos principales del Shila".
http://elportaldeltemplo.wordpress.com/
Si desean ver un video sobre postraciones, pueden verlo en este enlace:
Hola Manuel
Que mantra o plegaria es la que recitáis mientras hacéis tus postraciones
Saludos!!
Tashi delek
Publicado por: Javier Gomez | 14/01/2012 en 07:37 a.m.
La oración de la toma de refugio es la plegaria que se recita mientras se hacen postraciones, pero, para las personas que no conocen esta plegaria, pueden recitar mentalmente el mantra "Om Mani Pedme Jung", el mantra de la compasión.
Publicado por: Seoan Judith Nath | 01/08/2019 en 10:49 p.m.