Elevar la consciencia, el intercambio de energía, las relaciones y el saludo.
Sabemos que todos los organismos que están vivos están constituidos por un trío de materia, energía y conciencia. No existe nada dotado de energía que no tenga algo de materia, ni cierto grado de conciencia. Si un individuo desea elevar su grado de conciencia, debe incrementar el nivel de energía de la materia que constituye su organismo, nutriendo, conservándola y elevándola en su interior.
La energía fluye e interactúa con la energía de todos los organismos que nos rodean, pero especialmente con las personas. Existe un intercambio de energía con todo aquello que está cerca de nosotros, a través del campo electromagnético creado por la electricidad que generan el conjunto de todas las células vivas de las personas y organismos que están cerca y frecuentemente con nosotros, pero no debemos de olvidar que las neuronas de nuestro cerebro, al pensar, generan impulsos eléctricos, cuyo campo o radiación también se transmite. Por esto, el intercambio de energía, tiene un contenido vital, pero también emocional y mental, sin contar la energía que transmitimos al hablar, según el tono y las emociones y pensamientos que nos impulsan a hacerlo. La palabra, al igual que nuestro campo vital y áurico, contiene energía de nuestras emociones y pensamientos. Por esto, la interacción de los seres es física y química, mental, emocional, cuanto mayor sea el contacto, la proximidad y la frecuencia de contacto o relación.
Sin saberlo, nuestro cuerpo irradia y capta energía, al igual que un imán, o una bobina de un hilo conductor. Ese energía de intercambio, tiene el contenido o información de nuestra vitalidad o falta de ella, de nuestras emociones y pensamientos, tanto si son habitualmente positivos o no. Constantemente estamos recibiendo influencias mentales y emocionales de las personas que habitualmente nos rodean.
El intercambio de energía es recíproco, es decir, la energía fluye del que tiene más vibración hacia el que tiene menos y el que tiene más, absorbe el vacío de la que tiene menos, de tal manera, que se tiende al equilibrio. Para entender esto podemos poner el ejemplo de dos depósitos de agua de la misma capacidad, o distinta, no importa, pero uno más lleno que el otro. Si los conectamos por una tubería en su parte inferior, el agua fluye del que tiene más hacia el que tiene menos, hasta que se alcanza el mismo nivel de agua y entonces, para el flujo o circulación de agua. Si pusiéramos un depósito muy alto y otro muy bajo, el de arriba se quedaría totalmente vacío.
Otro ejemplo es el de una batería eléctrica de un coche. Dentro de ella existen placas positivas y negativas, separadas, y unidas exteriormente las negativas a un polo común negativo y las positivas, a un polo común positivo. Cuando cargas la batería, suministrándole corriente continua, las placas positivas se cargan positivamente y las negativas, negativamente. El flujo o absorción de corriente, aplicándole una tención o voltaje de carga correcta, cesará cuando ambos grupos de placas se han cargado por igual, unas con un potencial diferente a las otras, pero ambas tienen energía con respecto a las otras, unas tienen una gran cantidad de partículas negativas y otras positivas. Cuando las placas de la batería están bien cargadas y no existe cortocircuito interno entre ellas, la batería está cargada, a punto, dispuesta a ser utilizada para ceder su energía cuando accionamos la llave que conecta el motor de arranque de nuestro coche, o para encender las luces, o el Radio- CD, o el mechero eléctrico de encender cigarrillos. Cuando conectamos una carga o aparato que consume electricidad a los dos polos de la batería, se establece un flujo de corriente por la carga y por el interior de las placas positivas y negativas, que, de durar mucho tiempo, absorbe toda la energía de las mismas, hasta que quedan igualadas, ya no existe diferencia de potencial y cesa la corriente, quedando la batería descargada.
Esto mismo pasaría si ponemos en contacto directo los dos polos, a través de un corto circuito, o si se cortocircuitan internamente las placas. En estos casos, la circulación de la corriente sería tan intensa, que se generaría mucho calor y la placas se fundirían, el plástico de la batería se rompería por el calor y la presión del líquido interior o electrolito y éste saldría disparado, salpicando y quemando todo aquello está próximo, pues no debemos de olvidar que es un ácido muy corrosivo.
Algo similar pasaría en el ejemplo anterior de los depósitos de agua, en que uno de os depósitos está muy por encima del otro y las paredes del que está debajo fuesen muy finas, la presión originada por la velocidad el flujo del agua, rompería el depósito, o la tubería que conecta a ambos, caso de que fuese muy estrecha y de pared delgada.
La energía fluye entre los organismos más cargados hacia los menos, tendiendo al equilibrio, o de aquellos que tienen un alto poder vibratorio, como el caso del depósito elevado, hacia los que la tienen más baja, de tal manera, que el que está más elevado, se queda vacío.
En el caso de las personas, la tubería física que une a ambos depósitos, o el cable o carga del ejemplo de la batería no es física, no es visible, sino electromagnética, lo mismo que la energía que fluye. La energía electromagnética originada por el pensamiento y el campo vital de las células, es claro que no es agua y no se ve a simple vista, ni puede tocarse.
Pongamos otro ejemplo. Si de los dos depósitos, uno tiene agua sucia y el otro limpia, aún y en el caso de estar al mismo nivel, como el agua fluye y tiende a alcanzar el mimo nivel, el agua tenderá a volverse turbia en el depósito de agua limpia y más clara en el de agua sucia. Otro ejemplo más de intento de equilibrio entre las fuerzas.
Dado que no sabemos qué tipo de emociones y pensamientos habituales tienen las personas con las que nos relacionamos, incluido aquellas que se aproximan a nosotros por las calles, dado que no sabemos si están cargados positiva o negativamente con respecto a nosotros, lo mejor es aislarse lo máximo posible para evitar ese intercambio, ese trasvase de energía, que si bien puede ser, a veces, positivo para nosotros, puede, también ser de balance muy negativo, si estamos intentando elevar nuestro nivel de consciencia y energía, nuestra vibración, como es el caso, cuando vives entregado a ello, meditando, recitando mantras, plegarias, teniendo hábitos saludables, buenos modales, buena actitud mental y emocional, una vida sexual correcta, haciendo chikung, yoga…purificando tu mente, en definitiva, tu cuerpo y tus emociones de todas las maneras posibles, un trabajo intenso, duro y sacrificado, durante las 24 horas, pues no debemos olvidar, que existen maestros que meditan incluso en las horas de sueño.
¿Qué objetivo tiene todo este esfuerzo? “Elevar el nivel de inteligencia, sabiduría, fuerza, control, vibración del individuo”, el nivel de vibración de su cuerpo, de su palabra y de su mente, es decir, de los tres vehículos de manifestación que tenemos, íntegramente, pues no basta con elevar uno solo, como hacen algunos, que van al gimnasio, se ponen muy fuertes, pero por dentro siguen siendo iguales, su mente y sus emociones, las mismas.
¿Para qué, finalmente se hace todo esto? Para liberarse a uno mismo de la ignorancia, el sufrimiento y para ayudar a otros a conseguir lo mismo.
Por esto, el trabajo de reclusión voluntaria de una persona haciendo todo ese esfuerzo, no debe ser visto como una manera egoísta de apartarse del mundo, al contrario, pues debemos pensar que nos hemos retirado renunciando a muchos placeres, renunciando a tener una familia e hijos y posesiones, por ejemplo y no es nada fácil renunciar a estas cosas, porque somos seres humanos, exactamente iguales que el resto, no venimos de otro planeta, ni somos concebidos de manera distinta, ni estamos exentos de debilidades, ni siquiera de problemas económicos y materiales. La gran mayoría de nosotros venimos de países muy humildes, no pobres, sino humildes y dejamos a nuestras familias y a nuestros maestros espirituales, a las cuáles nos gustaría darles el confort que aquí se nos ofrece, como tener calefacción o agua. Ya no digamos la facilidad con que se consiguen los alimentos, nadie tiene que cultivar la tierra y vivir en las condiciones algo duras que a veces supone trabajar en el campo, al menos allá, en donde no tenemos maquinaria. Por esto, a veces nos sentimos avergonzados por tener tantos privilegios, aunque nos hayamos recluido o retirado de las comodidades que el mundo exterior posibilita disfrutar.
Bien. La gente que no percibe o no entiende este tema del fluir de la energía entre los organismos, piensan que aislarse es un signo de superioridad y de arrogancia, pero insisto en que no se trata de eso, somos personas igual que tú, igual que el resto.
Detrás se encuentra una ciencia con relación a la energía que no es fácil de explicar o demostrar y se presta a ser mal interpretada, como lo fue el sistema de división de castas en la India, que finalmente sí resultó tener una connotación de desprecio a las clases sociales bajas, pero no fue así desde siempre.
Como hemos dicho, la energía fluye internamente y externamente de nosotros, desde el que tiene más hacia el que tiene menos. Si no te aíslas, aunque sea parcialmente, de esa influencia o de la influencia que ejercen las cosas materiales que provocan ansiedad y deseo, o mismo rechazo, no puedes trabajar adecuadamente con las energías de tu propio interior porque se desbordan y entonces no es posible conservarlas dentro de ti.
Como sabéis, para elevar el nivel de conciencia, de inteligencia, de sabiduría, de claridad y de percepción, es muy importante conservar las energías sexuales y esto no sería fácil, si estás en contacto frecuente con personas, imágenes, fotografías, publicidad, etc., que constantemente te están bombardeando e incitando y excitando ¡¿porqué no decirlo?!” la lívido”. Muchas personas vienen aquí a visitarnos y no se dan cuenta de lo que es la discreción en los modales y en la forma de ser, comportarse y vestir y de que las personas que estamos aquí, lo estamos, entre otras cosas, para evitar este tipo de impresiones; no es que rechacemos el sexo, al contrario, nos parece fantástico, pero mientras estamos aquí, estamos intentando, insisto, entre otras cosas, en purificar esas sensaciones y volverlas más refinadas, intentamos elevar nuestra energía sexual, hacia el cerebro y hacia el corazón y que no se escape por las vías habituales.
La energía sexual da lugar a muchas energías dentro de nosotros, entre ellas está la ira, el orgullo, la envidia, los celos…Si refinamos esta energía, si la subliminamos y la transmutamos hacia el corazón, cosa que hacemos a través de la meditación y la respiración, podemos lograr que se convierta en sus opuestos o antítesis, como son la paciencia, la humildad, el altruismo, la generosidad, la compasión…Nosotros no rechazamos el sexo, de hecho, cuando llevamos un tiempo trabajando con nuestras energías internas siendo monjes, admitimos buscar una pareja, preparada igualmente, una monja, para trabajar esa energía en pareja, es lo que aquí conocéis como tantra de la energía sexual, sexo yoga, kundalini yoga, sexo maithuna...Pero como debéis de saber, esto sólo lo haces cuando llevas un tiempo trabajando con tus energías personales, cuando has limpiado y purificado y fortalecido convenientemente los canales por donde fluye la energía sexual, los esfínteres y los nadis. Por todo esto, no se nos puede decir que rechazamos el sexo.
Para elevar nuestra energía, no basta con elevar la energía del cuerpo o de la mente, hay que elevar la energía vibratoria de la palabra y tampoco se trata de elevar la energía sin más, hay que limpiar y purificar aquellas que ya existen en nuestro interior. Es como si intentamos llenar un vaso sucio, hay que limpiar primero el vaso. Para unos, ese vaso puede estar algo sucio y para otros, más o menos sucio, depende de los hábitos y tendencias del pasado, de si ya hicimos en parte ese trabajo en vidas anteriores a esta.
Hasta es posible que el vaso esté totalmente lleno de suciedad y sea necesario un arduo trabajo de limpieza y purificación, antes de poder llenarlo con energías limpias y renovadas. Si estamos captando, como dije, constantemente impresiones del exterior, que no ayudan demasiado, que influyen de manera negativa sobre nuestras emociones y nuestra mente, el vaso se llenará aún más de agua sucia y nunca podríamos limpiarlo. Por eso es necesario aislarse, creo que es fácil de entender.
El Karma y los reinos inferiores.
Una persona que se recluye voluntariamente y acomete un trabajo de purificación intensivo, puede purificar, en una vida, el karma de muchas vidas anteriores y evitar, además, pagar dicho karma de esa manera y no de la que le correspondería si no hiciese ese trabajo y viviese la vida, impulsado por el karma de sus emociones, sus pensamientos y deseos y de sus hábitos y tendencias negativas, o víctima de sus limitaciones y problemas de tipo psicológico. Le permite, además, evitar tener que renacer en reinos inferiores para ser purificado. Es como una persona que comete un delito y le privan de libertad para que pague, sin necesidad de privarle de la vida. Existen personas, que después de cometer un delito, terminan confesando y entregándose voluntariamente, desean pagar algo que han reconocido como grave. Bien, en el Dharma hay personas que se retiran porque se dan cuenta de que tienen que purificarse, ya sea por la clase de existencia que han llevado en esta vida o porque intuyen que arrastran sobre sí muchas deudas de vidas anteriores. Pero no basta con retirarse y escapar de la vida, para llevar una vida tranquila y refugiarse, no. Es necesario disciplinarse e intentar disciplinar la mente y el cuerpo también, de lo contrario, las tendencias y los hábitos negativos continúan dentro del individuo y, así que salga de su refugio, confiado en que se ha curado o ha dejado el pasado atrás, el karma se le echará encima, volverá a cometer los mismos errores y equivocaciones y de nuevo intentará refugiarse, frustrado.
Leer o estudiar muchos libros, o asistir a muchas enseñanzas, si no está acompañado de la práctica, no servirá de mucho.
Cuando una persona se ha vuelto muy sucia en su mente y ha cometido muchas deudas o transgresiones y no se purifica así mismo haciendo un trabajo voluntario, tiene ser purificado en reinos inferiores, no solo para pagar, sino para que pueda volver a tener nuevas oportunidades de renacimiento como ser humano, pero limpio de nuevo.
Los reinos inferiores en realidad están para eso, para que la mente pueda recuperar en parte, su estado de pureza, no para que sea iluminada, entiéndase. Una cosa es elevar el nivel de percepción de la mente, el nivel de sabiduría y de inteligencia y otra es purificar el grado de conciencia que ya tenemos y que se ha manchado en el transcurso de las experiencias de unas cuantas vidas. Es necesario purificar primero nuestro actual grado de mente y luego elevar su nivel de conciencia e inteligencia, de energía. Como el ejemplo del vaso, es necesario limpiar primero, de lo contrario nos volveríamos muy inteligentes, pero en el aspecto de la astucia del ego, el lado oscuro.
El Saludo.
Bien, por todo lo dicho acerca del intercambio de energías, es una norma de respeto y también de consideración de todo esto, el mantener una cierta distancia ante al Lama y ante los monjes y, saludar inclinando la cabeza ligeramente, con las manos juntas y pies juntos y no acercándose y dando la mano, como hacemos aquí en Occidente.
A través de las manos se intercambia muchísima energía y no siempre positiva, precisamente. En cambio, cuando una persona saluda con sus manos y pies juntos, con las manos a la altura de su corazón e inclinando la cabeza y dirigiendo su coronilla hacia ti, te envía lo mejor que puede darte de sí mismo, lo más saludable y lo más elevado. De ahí viene la palabra “saludo”, de “Salud”. El saludo, o “saludar” es, enviar salud, enviar la energía que emana de tu corazón y de tu mente y de tu cuerpo, íntegros, tal cuál sucede, además, al juntar los pies.
Eso de estrechar la mano, dar besos y abrazos está bien dentro de la pareja, pero fuera de ahí, es mejor conservar esta forma de saludar, conservando una distancia. Es curioso, pero los judíos, cuando realizan algún negocio, mantienen sus pies y manos juntas, tratan de mantener cierta distancia, con el objeto de conservar todas sus energías y no ser influenciados por el colega que tiene delante y los abrazos están reservados para personas muy allegadas o familiares.
Cuando te diriges al Lama y lo abrazas o le estrechas la mano, el Lama no te aparta ni te dice que te alejes y conserves una distancia, ni que te inclines ni dirijas tu mirada hacia el suelo, porque sabe que es la manera o costumbre que tenemos de saludar. La actitud, debe pues, salir de nosotros y lo mismo hacia un monje, aunque no sea Lama.
Debemos también dirigir nuestra mirada ligeramente hacia al suelo, este es otro gesto de respeto y de consideración y hablar con este gesto de la cabeza y la mirada inclinada.
La cabeza y la mirada inclinada, con las manos juntas y pies juntos, es un saludo muy respetuoso, que denota, además, cierta humildad y control en el individuo, al contrario de lo que sucede cuando alguien te mira directamente a los ojos, con la barbilla muy levantada. Es un gesto que denota prepotencia, orgullo y arrogancia, lo mismo que andar de ese modo, con la barbilla casi apuntando hacia el cielo y con las manos en los bolsillos, o tener cara de autocomplacencia, cara de risa, constantemente.
En cuanto a si es una mujer la que se presenta ante un Lama, o ante un monje es mejor que lo haga con el pelo recogido, sin adornos, ni pinturas, ni perfumes y vestida discretamente y los hombres, ocultando los tatuajes, caso de tenerlos y sus musculitos, al dirigirse hacia una Lama o monja, exactamente lo mismo, como gesto de consideración y respeto.
Hay otra cosa que debemos de hablar sobre el intercambio de energías entre hombre y mujer. El intercambio de energías es muy fuerte, de mucha intensidad entre un hombre y una mujer.
Si un hombre desea trabajar por un tiempo con sus energías masculinas, porque fueron muy debilitadas por desgaste o abuso sexual, es mejor que evite la influencia o proximidad de personas femeninas y lo mismo, pero a la inversa, cuando una mujer tiene debilitada su energía femenina por el mismo motivo. Si desean elevar su energía y purificar es mejor hacerlo de forma separada.
El Buda Shakyamuni, al principio era reacio a dejar que las mujeres formasen parte de la comunidad de monjes y comprendiendo que también necesitaban el Dharma, las dejó entrar, a condición de que fueran discretas y no llamasen la atención, ni desearan destacar por encima de ningún otro monje. Algunas, muy arrogantes, desoyeron las recomendaciones del Buda y se marcharon, formaron una comunidad aparte, demostrando en realidad, que eran muy rebeldes y muy arrogantes, que en realidad no eran mujeres, sino hombres; como algunas mujeres hoy en día, no estaban dispuestas a seguir ni siquiera al Buda, sino a sí mismas. Se sentían acomplejadas y deseaban destacar para no sentirse así.
La energía masculina y la energía femenina son muy diferentes, ninguna es mejor que la otra, cada una tiene sus características, su finalidad, su cometido. Los hombres deben conservar su masculinidad y no imitar o parecerse a las mujeres y las mujeres deben de conservar su feminidad y no imitar ni intentar parecerse a los hombres e intercambiar papeles que no les son inherentes.
Como dijo el maestro “Gyeltru Gypme Rimpoché”: “Los hombres y las mujeres estamos hechos de los mismo, pero no somos iguales”
Una de las características que diferencian a una mujer de un hombre, dado que ambos tienen inteligencia, es la inocencia. Si una mujer pierde la inocencia deja de ser mujer y si además adquiere modales masculinos, pues aún peor. Es como si un hombre pierde la honestidad, por ejemplo, o su fortaleza. Sin embargo, no es precisamente la inocencia lo que nos diferencia de los animales, pues los animales son también inocentes, lo mismo que los seres que reinan en el mundo de las hadas y duendes y elementales de la naturaleza. La inocencia no impide que un ser cometa errores, se necesita la sabiduría y la inteligencia para que esa inocencia no sea mal utilizada por el ego, o por el ego de otros, más experimentados, como es el caso del ego masculino. Es el hombre, el que a menudo enseña a la mujer el mal camino. En este mundo, la inocencia es más un problema que una ventaja. Por eso el mundo de los elementales y en el mundo de los Ángeles está poblado de niños y de mujeres vírgenes.
No debe, sin embargo, ser esto objeto de orgullo femenino, pues ese reino es todavía un reino del cuál tenemos que liberarnos, pues sigue estando dentro de la naturaleza, por tanto, es un reino también inferior, sujeto al cambio, a la temporalidad, a la impermanencia. Debemos de aspirar a liberarnos y alcanzar el estado de Buda, tanto hombres como mujeres. Adorar a los Ángeles o a los elementales, o a los dioses mundanos, es casi lo mismo que adorar a los demonios, todos están dentro del Samsara y no pueden ayudarnos a trascender el reino material. Pero bueno, no todos los seres aspiran a liberarse del samsara, ni a regular su destino por sus propios medios y cualidades que les puede proporcionar su mente, si decidiesen despertar su conciencia y no depender de terceros para gobernar o decidir sobre sus vidas. A veces es más fácil jugar, soñar o mendigar, que valerte por ti mismo de manera responsable.
Personalmente, no deseo volverme inocente, ni como un niño ni como una mujer, ni ingresar en esos reinos.
El Adulterio
¡Bien!. Para que una pareja, hombre y mujer, puedan irradiar energía y dar luz, o dar buenos frutos, sanos y llenos de vitalidad, deben primero acumular mucha energía y purificar o limpiar en solitario aquellas que se han introducido en sus organismos, a causa de relaciones e intercambio de efluvios con otras personas de sexo opuesto.
La mujer debe purificarse y volverse bien mujer, y el hombre deberá de volverse bien hombre, pero cultivando aspectos masculinos y femeninos superiores, no groseros y vulgares.
A través de ese intercambio de efluvios en las relaciones sexuales(saliva, semen, sudor, sangre), hay un intercambio añadido, de energía y de efluvios que contienen hormonas e información genética del sexo opuesto, que pasan a nuestra sangre. Esto, es, en sí mismo, lo que se llama adulterio.
Una de las consecuencias de este intercambio frecuente, de la pérdida frecuente de nuestra propia vitalidad y de la absorción de los efluvios de la otra persona, es, en el caso de los hombres, que pierden sus hormonas masculinas y los caracteres que tienen gracias a esas hormonas, absorben los efluvios de la mujer, cargado de hormonas femeninas. En el caso de las mujeres, éstas pierden sus hormonas femeninas y los caracteres femeninos que le proporcionan dichas hormonas. Con el tiempo, los hombres se vuelven niños y las mujeres se vuelven masculinas.
Personalmente, considero que es penoso que un hombre pierda sus atributos, lo mismo que si una mujer pierde sus atributos femeninos y que el hombre acabe pareciéndose más a una mujer o a un niño miedoso y cobarde y la mujer termine poniéndose los pantalones, gritando y mandando en la casa y hasta pegándole al marido.
La gente entiende por adulterar, el hecho de que una persona tenga relaciones o contacto con otra persona con la que no está casada, esto es adulterar la relación de tu pareja, “recoger los efluvios y el contenido vital y mental y astral de otra persona y se lo transmites luego a tu pareja, sin que ella ni lo sepa”. Esto no tendría mucha importancia si la persona con la que has adulterado es una persona llena de vitalidad, sana, no sólo físicamente, sino también mentalmente, por supuesto. Has absorbido su energía y luego, se la transmites a tu pareja. En ese caso, tú y tu pareja salís beneficiados. Pero, ¿Qué sucede con la persona que has adulterado? Pues le hemos pasado nuestro contenido vital, astral y mental sin que se dé cuenta, y también, sin darse cuenta, tendrá pensamientos y emociones que no sabrá de donde vienen, si vienen de sí mismo o de quién. Habremos contaminado su campo emocional y mental y su campo físico y vital, pasándole alguna que otra posible enfermedad personal o genética, dependiendo todo, de la frecuencia de intercambio de efluvios.
Esto es lo que conlleva el relacionarse con diferentes personas, una contaminación física, mental y astral, una forma de transmisión secreta y sutil.
Hoy en día a nadie se le ocurrirá negar que sea posible transmitir enfermedades a través del intercambio de efluvios, dentro o fuera de la pareja. Lo que todavía costará aceptar es que también se transmiten enfermedades de tipo mental y emocional.
Las vidas sucesivas o retorno existencial, el Karma.
Cuando intercambias efluvios con una persona, no importa se es tu pareja o no,hay intercambio de información genética, además, estableces una relación de continuidad en existencias futuras, una relación kármica, intentaréis repetir de nuevo la experiencia o experiencias, intentaréis una nueva relación y os buscaréis telepáticamente para encontraros de nuevo, porque habéis generado enegía muy intensa de deseo sexual, que queda grabado en nuestro subconsciente.
Si las experiencias fueron gratas, no hay problema, pero, ¿qué pasa si fueron desagradables? Pues, lamentablemente, dado que no conservamos memoria de nuestras vidas anteriores, ni voluntad ni capacidad para evitarlas, también se repetirán.
Tenemos que tomar mucho cuidado de qué personas elegimos, queriendo o sin querer, en esta vida. En realidad son las que ya estuvieron con nosotros y muy posiblemente, las que estarán.
Esta continuidad kármica se establece también con personas que no necesariamente hayamos tenido relaciones directas, sexuales, con intercambio de efluvios, sino de aquellas con las que lo hemos hecho de manera indirecta. Por ejemplo, mi pareja adultera con una persona, pues bien, yo tendré una continuidad kármica con mi pareja y con esa otra persona, pues mi pareja me ha transmitido el contenido vital, astral y mental de la persona con la que ha adulterado. Ambos desearemos en una nueva existencia, encontrarla y repetir la experiencia y posiblemente nos conozcamos y acabemos luchando, en disputa. O sin saberlo, al vernos, experimentaremos celos, enfado, aversión, rechazo, sin explicación alguna, rechazo inconsciente. Pero también es posible que hayamos desarrollado algún tipo de afinidad o empatía en nuestras emociones y manera de pensar, debido al intercambio o trasvase de energía con nuestro amigo o pareja común.
Todas las personas con las que coincidimos y nos relacionamos en esta vida, tienen algún tipo de conexión kármica con nosotros, a nivel mental, emocional y físico, no sólo nuestros familiares o nuestra pareja, con los cuáles esa conexión es más estrecha, sino también con los amigos o los compañeros de trabajo.
Ayer fuimos padres, hoy somos hijos de los que fueron nuestros hijos, o hermanos de quién fue nuestro amigo, así como nuestras mascotas hoy, han podido ser nuestros padres. Las conexiones y las combinaciones kármicas pueden ser de lo más sorprendente.
El deseo de repetir las experiencias agradables es lo que hace que renazcamos una y otra vez en el samsara y nos reencontremos con lugares y personas. Lamentablemente, también nos reencontramos con personas con las cuáles tuvimos experiencias desagradables, pero que para ellas fueron agradables, como por ejemplo, causarnos daño. Dañar a alguien por venganza también proporciona placer. Si alguien nos daña, es, porque nosotros le causamos, muy posiblemente, el mismo daño, en una o más existencias, anteriores, así como si alguien nos ayuda y nos quiere, lo hace porque nos quiere devolver lo que hicimos por ella. Así es el karma, una combinación matemática de acciones y efectos entre el ego de las personas, regulada por una ley de equilibrio universal de las energías.”Ojo por ojo, diente por diente” “La ley del Talión”, son otros nombres con los que algunas tradiciones referencian a dicha ley. Jesús habló de esta ley mal interpretada, diciendo: “No hagas a los demás aquello que no deseas para ti”. “Y si alguien golpea tu mejilla, no le devuelvas el golpe, ¡ponle la otra!, ¡perdónale!, pues en realidad se está cobrando aquello que le hiciste”.
Nada de lo que nos sucede, absolutamente nada, es fruto de la casualidad, sino de la causalidad, de la relación entre las causas o acciones de nuestra mente, cuerpo y palabra con los efectos que producen en las personas y seres, en el espacio y el tiempo.
Todo tiene una causa, todo está gobernado por leyes matemáticas de equilibrio.
Afirmar que algo es casual, sea lo que sea, es síntoma de ignorancia, lo cuál denota nuestra falta de consciencia, entre otras cosas, o nuestra terquedad y arrogancia.
Todo lo que nos rodea, las personas y las cosas, los fenómenos, todo lo agradable y lo desagradable que vemos o percibimos de cualquier manera, es en realidad un resultado de nuestras propias creaciones kármicas. Todo lo que vemos afuera, está dentro de nosotros. Por esto, cuando juzgamos a alguien o a algo, estamos juzgando las proyecciones de nuestros propios pensamientos y emociones, que están dentro de nosotros y afloran, provocadas por lo externo, pero eso externo no contiene las emociones y los pensamientos que, en realidad, surgen o emanan de nosotros. Todas las cosas están desposeídas en sí mismas de etiqueta alguna, ¡“son”!, al margen de lo que nosotros percibimos que son y por esto no deben ser juzgadas ni tachadas de buenas o malas, ni siquiera de agradables o desagradables, pues una misma cosa es a veces agradable y otras, desagradable, en función de la proyección de nuestras emociones, pero nada más. En realidad, lo único digno de ser tachado de desagradable somos nosotros por tener esas emociones. Somos nosotros los que debemos de cambiar, sin pretender cambiar nada ni a nadie. “Tal como juzgamos y proyectamos nuestra emociones, así somos”
Si deseas saber como han sido tus anteriores existencias, no tienes más que analizar la actual trayectoria de tu presente, de tus hábitos y tendencias, de tu estado mental y emocional actual y, si deseas saber como será la próxima, pues lo mismo, teniendo en cuenta que si no haces un trabajo de purificación ahora, nada impedirá que sea distinta o muchísimo peor, pues lo normal es, que existencia tras existencia vallamos perdiendo consciencia y creando asociaciones kármicas cada vez más complejas e indeseables.
Dijo el Buda: "Si quieres conocer tu pasado, entonces mira el presnte, que es el resultado. Si quieres conocer tu futuro, entonces mira tu presente, que es la causa"
Bien, dejemos esto del karma.
Si tú pierdes la energía inherente de tu sexo y absorbes la energía del otro sexo, adulteras.
Hoy en día el hombre pierde su vitalidad y su masculinidad, se debilita, absorbe además, energías femeninas también debilitadas, se vuelve como un niño, física y psicológicamente. Si una mujer pierde su vitalidad y feminidad, se debilita y absorbe energías masculinas, se convierte en otro niño, lleno miedo, fragilidad, ignorancia y capricho.
La degeneración y la regeneración de la especie humana.
Un niño o una niña no son seres maduros y las parejas formadas por niños y niñas no maduros, que han perdido su madurez, su inteligencia, la fuerza, la vitalidad, sus atributos o características psicofísicas genéticas propias de su sexo no pueden transmitir correctamente esos caracteres a un nuevo ser. Por eso hay cada vez más hombres femeninos y más mujeres masculinas, personas de sexo indefinido y la raza degenera a pasos agigantados, debidos, además, al consumo excesivo de alimentos desvitalizados o alterados genéticamente y alimentos de origen animal y el consumo excesivo de azúcares. Las consecuencias genéticas de todo esto son totalmente previsibles.
Estamos perdiendo nuestras características genéticas de carácter humano y nos estamos convirtiendo en animales, en bestias.
El destino de una raza así, es, inevitablemente, no demasiado halagador, el mismo que el de razas anteriores, que degeneraron por los mismos motivos, la desintegración total o parcial de la civilización.
Dentro de poco habrá que crear reservas de individuos capaces todavía de engendrar seres humanos. Habrá, entonces que buscar en los templos, hombres y mujeres, tal como aconteció, también, en el pasado, para formar una nueva civilización.
Actualmente existen bancos de semen y de óvulos de personas famosas que no necesariamente son lo mejor de la especie y posiblemente la ciencia recurrirá a la inseminación artificial para solventar el problema, pero no sabemos cuáles con exactitud, cuáles serán los problemas o consecuencia de engendrar mecánicamente a la especie humana. Sabemos que se hace con animales, pero las consecuencias psicológicas de hacerlo con la especie humana las desconocemos.
La esperanza de la especie, al igual que ya sucedió, está en la regeneración física y psicológica del ser humano y en respetar las recomendaciones que hemos dado en el apartado “Recomendaciones para las mujeres que quieren ser madres” Y también, en técnicas del sexo yoga acerca de la concepción humana, de las cuáles trataré de hablar en próximos capítulos.
Cuando ingresé por primera vez en el templo Budista, sufría ciertas visiones o alucinaciones que me hicieron pensar que estaba loco. Al mirar a las personas, percibía en ellas rasgos animales o bestias, de animales y bestias, algunos conocidos y otros desconocidos. También percibía sombras en movimiento y llamas alrededor y pequeños destellos de luces y también veía partículas de colores, cuando miraba hacia el cielo azulado.
Le pregunté a un Lama acerca de esto y me dijo: “No estás loco, en realidad estás viendo clarividentemente un proceso que está aconteciendo en el ser humano”
Entonces, me dijo, ¡Ven, te enseñaré algo! Le seguí hasta una habitación en donde había un espejo, corrió la cortina para que no entrara luz por la ventana y apagó la luz. Me colocó delante del espejo y encendió una vela y la colocó delante de mi cara, debajo justo de la barbilla.
Ahora, me dijo, observa tu rostro reflejado en el espejo, fíjate en tus ojos al mismo tiempo, sin pestañear, el máximo tiempo que te sea posible. Si pestañeas tardarás más
en conseguir ver lo quiero que veas. Si pestañeas, abre los ojos y continúa mirando.
Veas lo que veas, no te asustes, yo estaré aquí a tu lado.
Así lo hice y las visiones no se hicieron esperar, exactamente las mismas visiones. Mi cara cambiaba de aspecto, se transfiguraba y adquiría rasgos no humanos.
Mi respiración se aceleró, me entraron ganas de gritar y de correr, pero Lama me sujetó y abrió una ventana.
¡Tranquilo!, me dijo, ¡tranquilízate!, estoy a tu lado, no pasa nada.
Me eché a llorar, como un niño, temblando, con escalofríos. ¿Cómo es posible?, Le pregunté. ¿Cómo es posible el qué?, me preguntó. Pero, ¿qué es todo eso?, le dije.
Es tu ego, visto de forma clarividente. ¡Por dios!, exclamé, pero ¡eran bestias enormes, más grandes que yo! ¡Exacto!, me contestó. Nuestra mente está manipulada por miles de demonios como esos que has visto. ¿Cuántos miles? le pregunté. Unos 84.000, más o menos. ¿Cómo es posible liberarse de eso, de donde vienen? ¿Cómo es posible liberarse de qué? me preguntó. De tantos demonios, ¿de donde vienen? Para liberase de esos demonios Buda Shakyamuni nos dejó 84.000 enseñanzas, tantas como demonios hay. El origen de esos demonios es una larga historia, solo te diré que nosotros mismos los hemos creado, en el transcurso de la manifestación o condensación que sufrió el universo, a través de eones y eones de tiempo, a raíz de la caída de una parte del reino Búdico, a reinos más densos de manifestación. En realidad, nuestra mente ya estuvo en el paraíso de los Budas, nosotros fuimos Budas y dentro de nosotros, en nuestra mente todavía se conserva ese rastro, nuestra mente conserva la naturaleza Búdica y gracias a eso, podemos recuperar ese estado.
El Buda Shakyamuni venció todos esos demonios de la mente y nosotros podemos conseguirlo también, si seguimos sus enseñanzas y su ejemplo.
No estás solo ni desamparado, el Dharma posee los medios y el conocimiento precisos para luchar en contra de todo eso para purificar nuestra mente y devolverla a su estado primordial y volver a ser seres humanos, hombres de verdad, pues lamentablemente, nos hemos degenerado y lo estamos haciendo masivamente. De seguir así, la historia, esa que comentas acerca de la Atlántida, volverá a repetirse, mismo en esta generación, o en la próxima. Tal como observamos que están las cosas, aquí en Occidente y en todo el mundo, no solo en Occidente, es de esperar que esos acontecimientos de guerras, catástrofes y cataclismos de origen cósmico, que recogen las profecías, sucedan muy pronto y, nos veamos, de nuevo, en una etapa de atraso evolutivo de la especie, tal cuál le sucedió al hombre de las cavernas. Pero, ¿qué podemos hacer, como podemos hacer para evitar esto?, pregunté.
Nosotros no queremos hablar sobre estas cosas, porque es casi inútil y solo sirve para crear miedo y alarmismo y las gentes piensan que lo que queremos es que se conviertan a la religión o algo así.
Los intentos por concienciar a la sociedad, son casi inútiles y de hecho, no eres tu solo el que posee esa información acerca del pasado, muchas gentes lo saben, pero crean alarmismo en la sociedad, sobre todo sectas con intenciones de convertir a la gente a través del miedo. Nosotros preferimos evitar esto, no nos interesa convertir a nadie ni convencer a nadie de aquello que no estén ya convencidos. El miedo lo único que puede generar es rechazo y fanatismo religioso, nada más. Por culpa de esta actitud fanática de algunos, existe un rechazo generalizado hacia todo lo que suena a espiritual.
Actualmente, existen pocos lugares de Asia, en donde la filosofía y enseñanzas del Buda no hallan sido atacadas, los monasterios destruidos, los Lamas y los monjes perseguidos y asesinados, tal como sucedió en China y luego en Tíbet y como está sucediendo en casi todos los países en donde se asienta el comunismo.
Los regímenes comunistas están en contra de lo que suena a espiritualismo, en el fondo, son más materialista y capitalistas que el mundo Occidental, viven obsesionados con producir, industrializar, hacerse ricos y poderosos y competir con Occidente y para eso, toda la sociedad no puede hacer otra cosa que vestirse como presos, de color gris, ni pensar en otra cosa que no sea trabajar, para levantar la nación, pero en el fondo, no es para enriquecer al pueblo, es solo para armarse hasta los dientes y convertir al pueblo en esclavos. El comunismo es una forma de esclavitud propia de la época feudal, es una forma de dictadura que solo enriquece a los que está en el poder, a unos cuántos, probablemente enfermos, con problemas psicológicos, que viven sin dar golpe, mientras los demás trabajan sin descanso.
Sólo unos seres llenos de tremendos traumas y complejos pueden someter a sus congéneres, exteriorizando su odio y sus propias represiones e inhibiciones, hacia las personas que son normales.
No estoy totalmente a favor de la manera de vida de Occidente, pero al menos se respeta la libertad y existen más oportunidades para todos, más igualdad, aunque en el fondo, la gente vive esclavizada por el consumismo y la sociedad viva en una crisis de valores.
Pero al menos, sigue existiendo la posibilidad de escoger, cosa que en el comunismo no sucede así. Es curioso, pero si te fijas, todos los regímenes comunistas acaban siendo pobres, porque en lo único en que piensan es armarse hasta los dientes e invadir a otros países.
Medité en sus palabras, todavía bajo los efectos de la experiencia del espejo y concluí en que tenía tazón. Le pregunté si eso del espejo podía realizarlo cualquier persona y ver lo que yo había visto y me dijo que ¡en efecto, así es, puedes sugerírselo a cualquier persona que esté interesada en comprobar estos aspectos ignorados de la psicología humana!
Autor: Seoan Judith(Manuel Vázquez)
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