El trabajo con las tres fueras primarias
A pesar de que el ser humano, el microcosmos hombre, se ha desconectado de los Sephirotes superiores del árbol de la vida y, con ello, se ha desconectado o separado de su parte Divinal y está anclado, literalmente, a la materia, a unos pocos sentidos de percepción físicos, sin poder moverse más allá de tres dimensiones, limitado en el espacio y en el tiempo, esclavo de limitaciones y leyes físicas materiales, que otrora no tenía y no le condicionaban para manifestarse, expresarse, extenderse y ser feliz…Todavía, el ser humano tiene, dentro de sí, el potencial de las tres fuerzas primarias que pueden reconectarlo al árbol de la vida y devolverlo al cosmos.
Aquí, en la tierra, no somos más que sombras de lo que algún día fuimos, pero todavía tenemos la posibilidad de regresar, no ha sido una caída sin retorno, afortunadamente y tenemos el derecho y la posibilidad de abandonar esta cárcel material llena de sufrimiento en donde hemos caído, como un Rey que es destronado y obligado a arrastrarse por el fango, pidiendo limosna. Eso es lo que hoy somos, en lo que nos hemos convertido. ¿Podemos imaginar cuán triste es este panorama, para las fuerzas superiores, que todavía nos observan con compasión, porque, en un pasado, fuimos sus hermanos?
El ser humano fue un ser superior, hoy convertido en esclavo de la materia y el hazme reír de fuerzas oscuras de la naturaleza que se nutren de él.
El problema está, en que la resolución de abandonar esa condición actual depende de cada uno de nosotros, nadie nos lo puede imponer. Voluntariamente bajamos y, voluntariamente subimos y nos liberamos.
Lo único que esas fuerzas superiores pueden hacer, es darnos las herramientas, el conocimiento, la escalera para poder subir, pero subir o no, depende enteramente de cada uno, de un trabajo que cada uno debe de hacer por sí mismo, para sí mismo y en bien de todos, porque, cuando uno se libera, libera inevitablemente a otros, de la misma manera, que cuando uno cae al abismo, lo normal y habitual es que se lleve consigo y haga caer a otros y como consecuencia de ello, tenemos la obligación o la deuda Kármica de ayudar a los demás para que encuentren el camino para salir del sufrimiento.
Para subir y liberarse, debemos, primero, conocer el método y, además, cumplir una serie de reglas, entre las cuáles, la primera ya está dicha, “Se debe ayudar a los demás si queremos progresar”. Pero hay otra regla, “Primero se debe progresar si se quiere ayudar a los demás”
Esto significa, que no se puede ayudar a otros, si no sabemos ni siquiera ayudarnos a nosotros mismos. Se debe quitar primero la astilla o la viga de nuestro ojo, antes que intentar quitar la paja o las motas de polvo del ojo de nuestro hermano. Así lo dijo el Gran Avatar de la era de Piscis, el gran Kabir, Jesús el Cristo. (Existen otra reglas, de ellas hablamos en el capítulo titulado: "Los preceptos del Shila y de la serpiente")
Esto sigue vigente, no cambia ni cambiará, a nadie se le puede obligar a hacer un trabajo aunque ello tenga como objetivo liberarse de las limitaciones de un mundo físico, sino reconoce que ese mundo en el que vive es una cárcel y menos, si se encuentra a gusto en esa cárcel y por tanto, no ve ese mundo como tal.
Para que una persona vea el mundo como una cárcel, tiene, inevitablemente, que sufrir y ese sufrimiento es la primera motivación que induce o estimula a un individuo a buscar una salida, aunque, lamentablemente, lo normal es buscar una salida que implique dejar de sufrir, pero, sin renunciar a las causas que le han llevado al sufrimiento.
Para salir del sufrimiento, se deben conocer, reconocer y aceptar que es lo que causa el sufrimiento y una vez reconocido, se debe renunciar a la causa o causas que lo produce, cambiar los hábitos y las tendencias negativas por otros hábitos y tendencias que generen un efecto positivo, consecuencias positivas.
Por tanto, la segunda condición, es, que, una vez uno conoce la causa que produce consecuencias negativas, tiene que conocer la ley del Karma, respetarla y actuar de acuerdo a esta ley, la ley de causa y efecto, para que, de acuerdo a nuestras acciones, pensamientos y palabras rectas, podamos generar efectos o consecuencias o resultados positivos, para nosotros y para nuestro entorno.
La tercera condición, es, que uno debe conocer una técnica o método que le ayude a vencer las tendencias y hábitos negativos y las causas, entre las cuáles, está la ignorancia y la falsa ciencia y las falsas influencias de la sociedad.
Por tanto, debemos de conocer un método que tenga sabiduría y técnica, que permita deshacer la ignorancia, la falsa cultura, el engaño, la falsa educación, las falsas tradiciones, los falsos valores, los cuáles son los que llevan al ser humano a sufrir las consecuencias, pero, ese método tiene que tener una técnica práctica que ayude al individuo a curarse.
Es como si queremos rehabilitar a un alcohólico o a un drogadicto. Primero, debemos hacerle comprender el porqué se ha hecho alcohólico o drogadicto y enseñarle una técnica que le permita dejar esa adicción y curarse. Pero, lo primero es, que esa persona afectada de esa adicción, comprenda que está sufriendo y busque ayuda. Sin esto, nadie podría ayudar a esa persona, de ninguna manera, ni por las buenas ni por las malas, sería inútil.
Mientras su adicción no le produzca daño, sufrimiento, mientras solo experimenta placer o esté anestesiado de tal forma, que no experimenta dolor alguno, tal vez, porque de eso se trata, de evadirse del dolor y de las frustraciones..y mientras lo consiga ¿Cómo o porqué va a sentir la necesidad de salir y dejar esa adicción?
El ser humano es un adicto a un sinfín de cosas que no reconoce como adicciones, un verdadero adicto que no se reconoce como tal, capaz de destruirse a sí mismo o destruir a otros por culpa de esas adicciones que considera o estipula, por conveniencia, como algo normal, como algo normal de la vida…pero, yo afirmo, que un alcohólico, o un drogadicto, tiene solo una adicción y si se curase, serían seguro mejores personas que muchos que no son alcohólicos ni drogadictos, porque, en el fondo, son buenas personas, no son malas personas, tan solo han tenido malas influencias de su entorno, o condiciones un tanto duras o difíciles en sus vidas, que le han llevado a evadirse usando el alcohol o las drogas.
Pero, qué sucede con los adictos de guante blanco, con los adictos al dinero, al trabajo, al materialismo, con los adictos a la política, al poder, con los adictos a robar a los pobres, con los adictos al abuso de personas inocentes y débiles, con los adictos a la perversión humana, con los adictos al asesinato, a la violencia, a la mentira, al engaño…o los adictos a crear falsas necesidades y deseos, o a los adictos a crear enfermedades, o catástrofes o guerras, o los adictos al placer, capaces de esclavizar a mujeres y niños y explotarlos o aprovecharse de ellos…qué sucede con toda esta gente? Pero, mi pregunta es ¿Hay alguno de nosotros que esté libre de alguna adicción, de alguna obsesión, de alguna compulsión, de alguna fobia, de algún trauma, de algún pecadillo o pecado mortal, como le llaman los adictos a crear culpabilidad y miedo al pobre ser humano, víctima del engaño y de la ignorancia?
Pues, “si alguno estuviere libre de pecado, que tire la primera piedra” y si lo estuviere, ¿qué coño hace aquí, en este planeta? Porque, si lo está, de seguro que lo está, no porque sea un ángel ni nada por el estilo, sino porque ha caído, como todos, en el fango y está aprisionado, de una u otra manera, esclavo de alguna que otra limitación, más o menos sutil o más o menos visible y nada más.
Nadie es especial, nadie, nadie, nadie. Todos, tarde o temprano, tendremos que pasar por experiencias margas, aunque ahora no nos haya llegado el momento y más, si ahora nos dedicamos a causar daño, ya sea a nosotros mismos, por ignorancia e influencia de la falsa cultura de la sociedad, o si se lo causamos a otros.
Lo que uno hace tiene consecuencias, siempre, siempre, siempre, nadie está libre de sufrir o experimentar o recoger las consecuencias de sus actos, nadie.
Bien, dicho todo esto, ¿Cómo podemos salir del sufrimiento? Ya está dicho, reconociéndolo, primero como tal, deseando dejar de sufrir, reconociendo las causas, renunciando a las causas y, para reconocer las causas y a renunciar a las causas, se necesitan dos cosas:
Sabiduría y Método.
Y , ¿Quién o donde podemos conseguir u obtener esa sabiduría y ese método?
OS diré en donde no lo hallaréis:
En los colegios de primaria, secundaria y terciaria.
En la familia tampoco, están manipulados por la falsa cultura y las falsas costumbres y tradiciones.
En la sociedad.
En el marido, la mujer o los hijos.
En el trabajo, en el bar, la discoteca y las cantinas y salas de juego.
En la playa o en las montañas, en las pistas de esquí.
En la televisión, internet y otras malas hiervas.
En cursillos de fin de semana de yoga, de reiki, piedras mágicas e iniciaciones diversas.
En cursos por correspondencia de Mind funnes. (Lo de funnes hasta suena gracioso en inglés)
En los viajes al Caribe.
En las hipotecas y los prestamos de los bancos.
Esta es una pequeña lista que creo resume todo.
Ahora que sabemos en donde no, lo cual es evidente, aunque algunos no estarán de acuerdo, queda por decir, en donde sí podremos encontrar La Sabiduría y el Método ancestral, que puede ayuda al ser humano a salir de este mundo.
Ese lugar, ese método y esa sabiduría están dentro de cada uno de nosotros.
Sabemos el lugar, ahora toca buscarlos y muchos de vosotros, ya habéis empezado a hacerlo, de lo contrario, no estarías leyendo estos temas, pero eso no es suficiente. Adquirimos sabiduría, a través de charlas, conferencias, libros…pero necesitamos el método que nos ayude o permita verificar lo que aprendemos, vivenciarlo, constatarlo y ponerlo en práctica y de ese método podemos hablar, exponerlo, pero enseñarlo en la práctica, solo puede hacerse en directo, por ese motivo se convocan los cursos y los retiros. No obstante, una exposición escrita, siempre sirve, si, indudablemente, nos estimula para conocer la práctica.
Hoy en día tenemos demasiada información, tenemos el conocimiento al alcance de un click de ratón o tecleando algunas palabras en un buscador de Internet, la gente cree saber de todo por el mero hecho de leer una publicación o ver un video, pero, ¿qué garantías tenemos de que lo que estamos leyendo o viendo sea veraz o no esté distorsionado o cambiado, o simplemente sea la exposición personal de alguien, que a su vez, ha leído a otros que han leído a otros?
Hay cosas, que además, es peligroso o arriesgado ponerse a practicarlas sin la debida supervisión de una persona experimentada, de un maestro, eso por un lado. Pero hay que cosas, que necesariamente deben ponerse en práctica para poder aprenderlas y además, bajo la supervisión de alguien experimentado, pues puede haber riesgos que no conozcamos, o puede haber tantos errores y equivocaciones si lo intentamos por nuestra cuenta, que nos desmoralicemos o que nos cojamos un trauma y dejemos nuestro aprendizaje.
Es como si una persona quiere aprender a conducir un coche ¿No es mejor, más seguro y más rápido, aprender con alguien experimentado que nos enseñe?
¿Sabéis de alguien que haya aprendido a conducir un coche, o a nadar, o a andar en bici, o a volar un avión, por el mero hecho de haber leído un libro o visto un video por internet?
Y aún en el caso de intentar hacerlo, las probabilidades de sufrir un accidente y lastimarnos y abandonar nuestro propósito son tan grandes que realmente es mejor, siempre, buscar la ayuda de alguien experimentado, aunque nos cueste algo de dinero. ¡Bien empleado estaría si ello nos ahorra tiempo y riesgos y dinero, afín de cuentas!
Bueno, Íbamos a hablar del trabajo con las tres fuerzas primarias y del kundalini. Son temas que desarrollaremos en un próximo capítulo, no es que nos hagamos de rogar, lo siento.
¡Hasta el próximo capítulo!
Panillo, a 25/08/2019
Autor: Seoan Judith(Manuel Vázquez)
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