La compasión no es ni pena ni tristeza ni debilidad,ni culpabilidad ni complicidad ni justificación de la ignorancia y del error,del engaño,la mentira ni de nada que cause el sufrimiento. La compasión,es comprensión de las causas y sabiduría,fuerza e inteligencia para dar solución al problema,para corregirlo, nunca para resignarse,para justificarlo o mantenerlo. La compasión no es complicidad ni justificación de ninguna debilidad,enfermedad o error o sufrimiento,la compasión no es lloro,ni pena ni tristeza,ni resignación,ni lágrimas...ni fomento de la tristeza ni de la pena o de la autocompasion de nadie. La compasión no es tristeza ni fustracion ni depresión ni resignación ni justificación de ningún estado de pena, enfermedad o tristeza ni de aflicción de nadie.
La compasión no es resignación ni tristeza,ni lágrimas ni fomento de la pena ni de la autocompasion, ni de la auto culpabilidad de nadie, ni de lamentos.
La compasión no es culpabilidad ni proyección de nuestras emociones de culpabilidad ni de nuestras propias debilidades sobre la situación de nadie.
Eso es es identificación y justificación de la situación,lloro, tristeza, lágrimas...eso no es compasión.
Identificarse con un problema es ser parte del problema y si somos parte del problema,no podremos resolverlo.
Si queremos ayudar a alguien deprimido o enfermo,no podemos ayudarle si estamos deprimidos y enfermos y nos ponemos a llorar en el hombro de la persona deprimida o enferma. Eso no es ayudar,eso no es compasión,eso es desahogo y debilidad y afinidad con la tristeza y el dolor. No podemos identificarnos con el problema, porque entonces,lo que estamos realmente haciendo es justificarlo. Si alguien justifica un problema no puede resolverlo.
Cuando uno no puede resolver un problema,es porque forma parte de él y lo justifica, bien en si mismo o en los demás.
*Mal de muchos, consuelo de tontos"
La pena y la tristeza y las lamentaciones y culpabilidades jamás han resuelto problema alguno, ni la represión. Esa no es la solución.
La compasión no es justificación ni identificación, pero tampoco es condenación, juicio o culpabilidad.
La compasión es comprensión, sabiduría y ver a las personas y a las cosas como seres inocentes, victimas de ignorancia. No es condenación, ni juicio, ni deseo de culpabilizar a nadie, ni deseos de sermonear y ejemplarizar a nadie. Si intentamos ayudar a alguien de esa manera, es mejor dejarlo, mejor dicho, es mejor no hacerlo así, ni intentarlo siquiera.
Hay que comprender que las razones por las que una persona ha llegado a una determinada situación, pueden ser muy variadas y no están ni siquiera bajo su control. Intentar ejemplarizarlo o sermonearlo, o hacerlo sentir culpable es como querer hacer sentir culpable a alguien por haber nacido ciego, o cojo. Lo más probable, es que esa persona sienta rechazo hacia nosotros y rebeldía y rechace toda ayuda que deseemos prestarle. Dirá: "métete tu ayuda en donde te quepa..."...¡Es lo más problable!. O dirá: "¡Pero qué dices si tu eres peor que yo!, ¿Qué vienes a contarme, que vienes a enseñarme? Acaso, ¿tu eres yo, has pasado por lo que yo he pasado, has vivido emocionalmente o mentalmente las mismas experiencias como las he vivido yo? Lo que para uno no es nada, para otro es mucho, o un infierno.
Debemos comprender a los demás, ponernos en su lugar, sin juzgar, sin condenar, sin culpabilizar...pero tampoco sin justificar e identificarse y deprimirse, porque, ni de una manera ni de la otra vamos a lograr ayudar a nadie de ninguna de esas maneras, nos convertiremos en parte del problema, pero no en la solución.
No debemos de identificarnos con la canción psicológica de pena y tristeza y lamentos del ego, con su depresión, con sus añoranzas y sentimentalismos hacia el pasado, hacia lo perdido. Debemos de mira hacia adelante, lo perdido tuvo una función y esta pasó. Ahora hay que mirar adelante y buscar una salida, pero lo que pasó hay que dejarlo ir, no hay que estar lamentando y añorando el pasado. Debemos de mirar al pasado solo para aprender de los errores, nada más.
Aquél que renace de sus cenizas, marcado a fuego por la sabiduría de los errores de su pasado, se levantará victorioso y se convertirá en guía.!Así es como surgen los mejores maestros.!
La depresión. El deseo de Ayudar a los demás
Una persona con depresión no puede ayudar a otra persona con depresión y menos si estamos llenos de complejos de culpabilidad, traumas, obsesiones y conflictos emocionales o morales de diversa índole. Un enfermo emocional o moral no puede ayudar o animar a otro enfermo emocional,de la misma manera,que un ciego o un inválido difícilmente puede guiar o ayudar a otro ciego o inválido.
Es común tener al algún familiar enfermo de depresión, o con cualquier otro tipo de problema, o a un ser querido y que las personas quieran ayudar a salir a esa persona de ese estado. Pero en la práctica, sucede,que incluso las personas vitales,llenas de energía, equilibradas,de buen ánimo...pueden terminar y terminan en un estado depresivo aún mayor que el de la persona con que se ven o se sienten emocionalmente o sentimentalmente o humanamente implicados y que les lleva al error, de querer ayudar sacrificando su tiempo,su vida,sus quehaceres,sus actividades para intentar animar y ayudar al familiar afectado de depresión.
La depresión es una de las enfermedades más comunes del ser humano pero,es la menos conocida,comprendida y la menos tratada con la importancia que realmente merece y con los medios que realmente pueden ayudar a una persona enferma a salir de ese estado.
Ni los médicos,ni los psicólogos ni nadie,saben muy bien lo que es la depresión. Conocemos la sintomatología estadistica, pero,hasta que lo vives o, hasta que tienes la experiencia de tratar y convivir con una persona depresiva,no sabes realmente el poder destructivo de esta enfermedad.
Es entonces cuando te das cuenta de que, normalmente no se puede hacer nada, o casi nada sacrificando tu vida personal para estar al lado de una persona afectada de depresión,y que puedes terminar mas deprimido y hundido, incluso,al punto de ser uno mismo quien necesite ayuda para poder recuperarse y salir de ese estado. Esto es lo que sucede normalmente, salvo raras excepciones.
Y si la persona implicada emocionalmente o sentimentalmente tiene tendencia a sentirse culpable, a sentir pena,tristeza, fustraciones,culpabilidad,o,si la persona deprimida la hace sentir culpable porque no le dedicamos tiempo,o no estamos a su lado,inertes,o porque queremos hacer cosas,salir,relacionarnos,tener actividades..vivir,estar activos,ser felices,hacer cosas que nos gustan...porque eso es lo normal en una persona normal,pues,se recurre a la culpabilidad para que nos quedemos en casa,sin hacer nada, postrados en el sofá,viendo la tele,sin hacer nada.
Todos los psicólogos y psiquiatras y la mayoría de las personas que han tenido esta experiencia con un ser allegado, familiar,o un amigo afectado por esta enfermedad,han llegado a la conclusión, de que es mejor, que estas personas estén solas o atendidas por un profesional y,que el tiempo que nosotros le dediquemos,debe ser mas de calidad,que de cantidad y solo en el caso de que veamos que la persona responde y reacciona a nuestro esfuerzo o ayuda. Pero, y en caso contrario,estas personas terminan gastando nuestras propias energías hasta el punto de hundirnos.
Si uno no puede o no sabe ayudar,no debemos sentirnos culpables ni responsables de lo que le sucede a esa persona,ni dejar que nos haga sentir culpables o responsables.
Muchas personas viven,sin aparentar estar deprimidas,pero no tienen alicientes, más allá del trabajo,el coche, el bar,los amigos,las copas,el fútbol,las cartas o las apuestas,o simplemente,van al trabajo y de allí,para sus casas,ven la tele,o se pasan horas delante del ordenador,o chateando sin parar y poco más son sus vidas.
Deberíamos preguntarnos si ese tipo de vida no refleja también algún tipo de depresión o de vacío existencial,una depresión encubierta.
Son personas que incluso se casan, tienen hijos,la mayoría de las veces,para darle sentido al haberse atado a una persona en matrimonio,van a comer a casa de los padres el fin de semana...su vida parece normal pero no se sienten llenas ni satisfechas y viven por vivir.
Esta situación es la que vive la mayoría de las personas e individuos normales que conforman la sociedad tradicional,en donde,queramos o no admitirlo,nos encontramos la gran mayoría de todos nosotros, deprimidas y deprimidos,sin saber muy bien que hacer para darle sentido a nuestras vidas.
No es de extrañar, entonces,que estar deprimidos sea lo mas normal y lo mas corriente y común de este mundo en que vivimos,sin saber para que vivimos,ni a donde vamos.
El ser humano nace ciego, pero lo peor, es, que muere todavía más ciego, con cuatro o cinco experiencias de traumas y dolor y muy pocas alegrías.
Pero sea como sea,no debemos ni tenemos porqué quedarnos con los brazos cruzados, resignarse a vivir una vida que no se desea,con fulanito o fulanita,que no sabe tampoco para que vive ni lo que desea en la vida.
No tenemos derecho a convertirnos en lastre en la vida de nadie, no tenemos derecho a convertirnos en perchas o en vagones, no tenemos derecho a colocarnos en el camino de nadie, en la via o el camino de nadie,si no es porque estamos seguros que queremos y deseamos transitar por esa misma via por la que esa persona circula, con todas sus consecuencias.
Pero, si lo hacemos y nos damos cuenta de que nos hemos equivocado, quedarse con los brazos cruzados, parados y tirarse los trastos o echarse las culpas mutuamente de los problemas de cada uno, no servirá abosolutamente de nada. Lo mejor es, tener el valor de separarse y que cada uno tome el camino que mejor le convenga o considere que es mejor.
Cosa diferente es que veamos la real posibilidad de poder transitar por el mismo camino, cada uno a su ritmo y ceder el paso, si fuese necesario y dejar que el otro gobierne y dirija nuestra vida...o, yo hago lo que quiero y tu haces lo que quieres...Pero, para eso, si solo se trata de eso, no es mejor estar solos?
Cosa diferente es, que realmente veamos que podemos ayudar a alguien que realmente lo necesita, sin sentir que estamos renunciando a algo importante, que estasmos teniendo una pérdida, que estamos realizando un sacrificio enorme, con un coste personal elevado. Si existe ese sentimiento, entonces, nos estamos forzando por culpa de algún sentimiento de culpabilidad, algún interés, algún miedo o temor, o nos están forzando con chantajes, culpabilidad, represión, moralidad, miedo al que dirán...
Hemos venido a la vida a cumplir con un cometido, a realizarnos de alguna manera, siendo libres, jamás condicionados y obligados por nadie, ni a seguir los patrones y tradiciones de la sociedad o de la familia, o del pueblo, o de los amigos.
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