La respiración, la salud y las enfermedades nerviosas
Bien, sabemos, sin lugar a dudas, que nuestra vitalidad depende en gran medida de nuestra respiración, del aire que respiramos, de la calidad del aire que respiramos y de la cantidad de aire que respiramos en cada inspiración y en cada exhalación. Todos sabemos que sin aire, sin respirar, apenas podemos aguantar un minuto. Más allá nos entra ansiedad y pánico. La respiración está muy relacionada con nuestro estado de ánimo y nuestra vitalidad. Si respiramos mal, nuestra vitalidad se resiente inevitablemente y nuestro sistema nervioso se sentirá alterado y nuestra mente se sentirá muy débil, con apenas capacidad para hacer esfuerzo intelectual alguno, para memorizar, para estudiar, para pensar, para reflexionar, para discurrir, para todo. Nuestra mente se sentirá cansada, adormecida, soñolienta, perezosa y sin vida. Le costará aprender, discurrir, tener ideas brillantes, buscar soluciones y se hundirá ante el más mínimo problema. Pero además, respirar mal o de manera superficial, hace que sin darnos cuenta estemos más alterados; nuestro corazón late más deprisa cuánto menor es la cantidad de oxígeno que ingresamos en nuestro organismo por causa de una mala respiración.
Con solo inspirar de manera consciente, haciendo inspiraciones normales y reteniendo el aire un segundo o dos antes de expulsarlo y expulsarlo de manera natural,veremos que nuestro corazón baja sus pulsaciones y que nos sentimos mucho más tranquilos y relajados.
Respirar de manera consciente es muy sencillo, apenas es necesario alterar nuestra respiración. Solo se trata de retener el aire un instante, un segundo o dos, antes de expulsarlo. No se controla la inspiración ni la expiración, solo la retención, cosa, que normalmente no se realiza en nuestra forma de respirar mecánica e inconsciente.
Recuerde: "Solo controle la retención del aire, nada más, durante un solo segundo o dos máximo" Con solo hacer esto, la cantidad de oxígeno que se intercambia dentro de los alveolos pulmonares, con la sangre, es muchísimo mayor y, además, la retención del aire modifica la inspiración y la expiración,sin darnos cuenta, la vuelve más profunda, más ritmica. No se controla ni la inspiración ni la expiración, solo la retención, ¡Recuérdelo!
Esta sencilla modificación de nuestra manera de respirar vuelve nuestra respiración más consciente, más tranquila, aumenta la concentración y la atención consciente. Ponga en practica esta forma tan sencilla de respirar, solo se trata de retener el aire entre cada inspiración y cada expiración. Cuánto más lo haga, su mente se volverá más atenta y más tranquila.
Lo mejor de todo esto, es que no le costará nada y le aportará mucha salud y mucha felicidad, su carácter e incluso su personalidad cambiarán.Además, podrá hacerlo en cualquier momento y en cualquier lugar, no le robará ningún tiempo, no tiene que retirarse a ningún sitio para hacerlo. La respiración es algo que nos acompaña en todo momento y en todo lugar, queramos o no está ahí, lo único es que lo hacemos sin consciencia, sin control, sin darnos cuenta, mecánicamente, porque estamos con nuestra atención ocupada en miles de cosas al mismo tiempo, la mayoría, sin importancia.
¿Porqué no dedicar un solo instante de nuestra atención al algo tan importante, como que la vida depende de ello...y la salud, y el carácter?
¿No vale la pena dedicar un solo segundo a retener el aire, con atención? Si lo hacemos, tendremos la sensación de que todo discurre con más calma a nuestro alrededor e irradiaremos tranquilidad y serenidad. Hagalo durante media 5 minutos seguidos y comprobará esto. Acostúmbrese a recordarse a sí mismo, tomando consciencia de su respiración. Digase: " Cada quince minutos, voy a emplear cinco minutos para controlar la retención del aire en cada respiración y lo haré 5 minutos"
Si forma este hábito y seguro que lo hará, se sentirá de mejor ánimo y su carácter mejorará.
Respirar de manera consciente, controlando sencillamente la respiración de esta manera, es el mejor tranquilizante y ansiolítico que podemos tomar o fabricar, es un antídoto ante el estrés y la histeria, el enfado y otros estados próximos a la neurosis que vivimos diariamente, es un antídoto excelente ante situaciones de miedo e inseguridad. Es también un excelente somnífero relajante. Cuánto más respiremos de manera consciente, de esta manera, más apacible y tranquilo será nuestro carácter y más despejada y serena estará nuestra mente, menos alterada, más concentrada, más despierta, tendremos más memoria, más capacidad para recordar y para aprender.Nos sentiremos de mucho mejor humor, con un mejor estado emocional, nos volvernos más sociables, más positivos, más optimistas.
Haga esta práctica de respiración consciente,todos los días, especialmente por la mañana temprano, al despertar, y también por la noche, al acostarse. Respire conscientemente, reteniendo el aire un par de segundos y exhalando de manera natural, sin forzar. ¡Hágalo durante unos minutos o todo el tiempo que desee, especialmente si se siente alterado o nervioso o preocupado, o si está asaltado por miedos y preocupaciones.!
Si lo desea, durante media o una hora, recite el siguiente mantra: "OM RI DI MAME DIPAMSARASATI MENSU RI MUN RI TRAYA UARDA NI RI SOJA"
Este mantra es poderosísimo y ayuda a incrementar la atención, la concentración , la memoria, el recuerdo, el aprendizaje, proporciona claridad mental, disipa estados de ofuscación y velos mentales.
Es el mantra de la inteligencia y de la sabiduría, es el mantra que se recita en los rituales tibetanos del Buda de la sabiduría"Manjushri". Manjushri es un Buda, que porta en su mano derecha una espada, para cortar la ignorancia y en la otra, un libro, que representa la sabiduría. Recitando este mantra, al levantarse y al acostarse, incrementa en el mismo día o al día siguiente, una estado mental muy claro, muy nítido.¡Combínese con la práctica de la respiración consciente al levantarse y al acostarse y verá como muchos estados de ofuscación y torpeza mental se disipan!
Si tiene un rosario o "mala", podrá ir contando las veces que recita el mantra, su atención en el proceso será mayor y el resultado será más notable, que si simplemente recita el mantra sin contar. En realidad no se trata de contar numéricamente, sino, de pasar una bolita con el dedo cada vez que recite una frase completa del mantra, sin más.
Una vez finalizado de recitar durante media o una hora, o más si lo desea, quédese quieto, sentado, con la espalda erguida, cómodo, sin moverse y verá como su estado de consciencia es mucho mayor.
Haga esta práctica en épocas de exámenes o si está sometido a unintenso esfuerzo intelectual.
Antes de desayunar, mastique tres granos de pimienta negra, evite tomar dulces, grasas y excitantes durante el desayuno. Tome algo sólido(cereales) y algún zumo natural
Después, si lo desea, levántese y practique los cinco ritos tibetanos(yoga tibetano o gimnasia de lamasería). Luego de desayunar, salga a caminar a la naturaleza, por algún sendero, lejos del ruido y del estrés. Camine durante dos horas. Tenga una buena higiene mental, no vea la televisión, ni escuche la radio, ni visite escaparates ni centros comerciales, aíslese de las impresiones excitantes y contaminantes, realice esto todos los días y ya verá como en pocos días se sentirá pletórico, despierto y lleno de vida y de salud. Añada a todo esto unas cuántas postraciones tibetanas todos los días, por la mañana también, y además de sentirse bien mental y emocionalmente, se sentirá fuerte y vigoroso físicamente, como si fuese a gimnasio.Bueno...esta es una práctica integral excelente, única, para mejorar nuestro estado mental y emocional y nuestro estado físico.
Postraciones budistas
El primer y principal alimento de la mente, de nuestro cerebro es el aire, el oxígeno.El segundo y vital alimento de nuestro cerebro es el fuego y el agua y el tercero es la tierra. En el mismo aire están contendidos los cuatro elementos: En el aire hay fuego (oxígeno e hidrógeno y calor), hay agua en forma de humedad, hay tierra en forma de partículas en suspensión. Podríamos afirmar que es posible vivir sólo del aire si supiéramos manejar adecuadamente el “Prana”, la energía vital contenida en el aire y no necesitar ningún otro tipo de alimento. De hecho, en un pasado remoto, la segunda raza de este planeta no necesitaba tomar alimentos para vivir, solo se alimentaba del aire, del Prana, de los cuatro elementos contenidos en el mismo aire.
Respirar bien es fundamental si deseamos tener buena salud y sentirnos vitales, con vida, con ganas de vivir y de hacer cosas, pero además, sintiéndonos igualmente tranquilos.
Hay unas cuántas cosas que influyen en nuestra forma de respirar, en nuestra forma de tomar el alimento vital del aire, en la forma en que nos alimentamos del aire, en que nos nutrimos del aire:
1º La calidad del aire que nos rodea.
2º La capacidad y la salud de nuestros pulmones.
3º El tiempo de aspiración, retención y exhalación del aire (la velocidad y la cantidad de aire y el tiempo empleado en la aspiración y en la exhalación y el tiempo entre ellas)
4ºLa limpieza o suciedad de los conductos o tabiques por los que aspiramos y expiramos el aire.
5º La calidad de la sangre (la cantidad de glóbulos rojos que transportan el oxígeno a través de las arterias) y la velocidad de circulación a través de las venas y arterias.
6º El diámetro útil de las arterias y venas por donde circula la sangre (que no estén obstruidas por colesterol o grasas)
7º La sístole y la diástole del corazón y su ritmo, que determinan el caudal o bombeo de la sangre a través de las venas y arterias, junto al diámetro útil de estas.
8º La actividad corporal, mental y emocional, que determinan el ritmo con que late el corazón y la velocidad de la respiración.
9º La calidad de la médula espinal
10º El tipo y la calidad de los alimentos
Dependiendo de todas estas cosas, llegará más o menos oxígeno a nuestro cerebro y según esto, nos sentiremos mejor o peor, sin saber porqué. No obstante, si tuviésemos que resumir y no hacer de este artículo un tratado entero de medicina y de la respiración, podríamos subrayar, fundamentalmente tres aspectos: La calidad del aire, la capacidad pulmonar y la amplitud y limpieza de los tabiques y conductos nasales por los que aspiramos y exhalamos el aire. Trataremos de ceñirnos sobre estos tres aspectos y de ser breves, aunque la verdad, todo es importante y todo está inter-relacionado. Pero antes, permítaseme hablar de algo muy importante, el carácter y la personalidad y nuestras glándulas endocrinas.
El carácter y la personalidad
Existe una glándula en nuestro cerebro que regula e l humor y el carácter de la persona, la glándula pituitaria, junto a otra, las gónadas o glándulas sexuales. Ciñéndonos de momento, a la glándula pituitaria, esta glándula es muy sensible a la falta de oxígeno y a la falta de glucosa y lo mismo le sucede al resto de nuestro cerebro, a todas las células y neuronas y a los nervios que las inter-conectan.
Nuestro cerebro depende esencialmente del aire y de la glucosa y ambos llegan a él a través de la sangre, a través de la circulación sanguínea. Por eso, una correcta respiración y una correcta circulación de la sangre son vitales para la vida y si algunas de estas dos fallan, la vida corre peligro. Por otro lado, los alimentos que ingerimos necesitan del aire para que puedan convertirse en glucosa. Sin aire, ni el cerebro ni el cuerpo pueden funcionar. Todas las células de nuestro cuerpo necesitan glucosa y oxígeno. Todos los alimentos que ingerimos son metabolizados gracias al oxígeno. Sin oxígeno, no se podrían transformar en glucosa los alimentos.
Nuestras células son como un recién nacido sin dientes y con un estómago que no es capaz de digerir otra cosa que no sea glucosa. No podemos darle de comer a un recién nacido una pata de pollo o un filete, ni ningún otro alimento que no sea algo triturado, líquido, en donde se hallan disuelto las proteínas y las grasas, pues no puede ni masticar ni digerir alimentos sólidos. De todos los alimentos que ingerimos, una parte se utiliza para satisfacer de inmediato la necesidad constante del cerebro de glucosa y otra parte se almacena en el cuerpo, en forma de reservas, en forma de grasas y proteínas.
Las grasas y las proteínas almacenadas sirven de reservas y energía para los músculos del cuerpo y para que, cuando el cerebro tiene demanda de glucosa, las proteínas y grasas se metabolicen de inmediato con el oxígeno y entonces, la sangre la lleva de inmediato, directamente y sin retraso, como el biberón de un niño que llora, porque tiene hambre. El cerebro necesita una renovación de la glucosa, o mejor dicho, gasta glucosa a un ritmo muy rápido, que depende de la actividad mental y de la actividad emocional del individuo y de su actividad física, pero fundamentalmente, de su actividad emocional y mental.
El cerebro, en condiciones normales de actividad emocional y mental, así como de la actividad física, demanda renovar la glucosa cada dos o tres horas y esta demanda constante es lo que, realmente, nos genera la necesidad de comer, la sensación de hambre y no es el cuerpo en sí mismo, sino el cerebro, porque el cuerpo tiene reservas de grasas y proteínas para mantenerse en funcionamiento y con fuerzas para mucho más tiempo que lo que necesita el cerebro, incluso en condiciones de de esfuerzo. Si el cerebro está sometido a preocupaciones, prisas, agobio, miedo, ansiedad, estrés, tristeza…el ritmo de demanda de glucosa es mayor, las neuronas trabajan más deprisa y gastan más energía en menos tiempo y por consiguiente, necesitamos comer o picar algo con mucha más frecuencia. Además, nos veremos inclinados a tomar alimentos muy dulces para satisfacer rápidamente la glucosa del cerebro.
El exceso de dulce perjudica la vista, el hígado, el páncreas, el estómago y los órganos sexuales(los cuáles regulan el desarrollo de nuestro carácter y personalidad y nuestra fortaleza física y cerebral), además de generar sobrepeso. Esta persona tenderá a tomar alimentos ricos en grasas y en proteínas, además de alimentos dulces y todo esto perjudicará su salud. Si una persona está tranquila, si respira bien, aire limpio y puro, si camina, su cerebro trabajará más despacio y su necesidad de comer será menor y su vitalidad será mucho mayor que el de otra persona que está agitada y come constantemente. Además, no necesitará aportes de grasas ni de carnes ni de dulces, le bastará tomar alimentos vegetales, sin necesidad de recurrir a alimentos de origen animal.
Nosotros podemos pasar mucho tiempo sin comer, incluso meses y no morir. Nos sentiremos débiles para realizar tareas de esfuerzo, pero las constantes vitales del cerebro y del cuerpo se mantendrán. La vida puede mantenerse en condiciones extremas y en condiciones de escasez, mientras exista un aporte adecuado de oxígeno, mientras seamos capaces de respirar adecuadamente y mientras el corazón late y circule la sangre correctamente hacia nuestro cerebro, para que éste reciba oxígeno y glucosa y mientras la temperatura del cuerpo se mantenga en unos niveles adecuados. El calor que genera nuestro cuerpo es vital para la vida.
Nuestro cuerpo genera calor gracias al oxígeno, el cual, favorece la combustión de los alimentos y estimula la actividad de las células, que a su vez generan calor interno.
Otro elemento vital es el agua. El agua es necesaria para favorecer la digestión de los alimentos, para drenar los órganos que intervienen en el filtrado y lavado de la sangre y para reponer la evaporación del sudor que procede de la combustión de las grasas y de la glucosa.
Bien, podríamos extendernos demasiado con el sistema de funcionamiento complejo que tiene nuestro cuerpo, para darnos cuenta, finalmente, que todo está diseñado de una manera realmente increíble y perfecta y que el cuerpo puede sostenerse con vida en condiciones inimaginables, pero que tiene ciertos límites que no debemos superar, si deseamos conservarlo sano y fuerte. Nuestro cuerpo es una máquina diseñada de tal manera que podría vivir cientos de miles de años sin deteriorarse. Así fue al principio.
Bien, si tuviésemos que definir qué órganos son los más delicados para sostener la vida dentro del entramado complejo mecanismo de funcionamiento de nuestro cuerpo, diríamos que son el cerebro y el corazón, junto a las arterias por donde circula la sangre y junto a los pulmones y los conductos por donde respiramos.
La muerte
Si quisiéramos quitarle la vida a nuestro cuerpo, o a cualquier otro, bastaría con darle un fuerte golpe al cerebro y la muerte sucedería casi en el acto y decimos casi, pues, aunque la persona caiga inconsciente y su corazón deje de latir, el cerebro todavía tiene sangre y oxígeno y gran parte de sus células siguen funcionando y siguen intentando enviar impulsos nerviosos a través de la médula espinal al resto del cuerpo, para que este siga funcionando.
La verdadera muerte de nuestro cuerpo acontece cuando nuestro cerebro deja de funcionar totalmente, no cuando el corazón deja de latir. Mientras no se consuma totalmente el oxígeno y la glucosa, gran parte del cerebro sigue funcionando. A medida que se consume la glucosa y el oxígeno de la sangre acumulada en el cerebro, las células de la memoria empiezan a morir poco a poco, las células cerebrales, las neuronas. Cuando la última célula del cerebro muere, entonces, la mente, el principio consciente, que anima al cuerpo, se separa y le dice al cuerpo: Hasta luego camarada, estás hecho polvo, me voy de vacaciones al séptimo cielo, pero pronto volveré, pues tengo unas cuantas cosas que resolver aquí en la tierra. Necesito un plan renove. Entonces, al cabo de 49 días y 49 noches de vacaciones, el principio consciente mental, ingresa a una nueva matriz. Al cabo de 9 meses ya tiene un coche nuevo, que tendrá que aprender, de nuevo, a manejar, aprendiéndose el código de circulación pertinente, instruido por sus nuevos progenitores.
Pero bueno, bromas aparte, una persona no muere por el simple hecho de que deje de latir su corazón. El cerebro de una persona puede mantenerse con vida hasta tres días después de haber dejado de latir su corazón. Muchas personas han sido enterradas vivas, solo porque se les daba por muertas por el hecho de que su corazón había dejado de latir y luego, de repente, han despertado dentro de una tumba, muriendo sepultadas, llenas de pánico y terror. Por eso se debe de esperar siempre, como mínimo tres días antes de enterrar a una persona(, o encerrarla en un ataúd) cuyo corazón ha dejado de latir y si no se pudiera esperar, por algún motivo, se le debe incinerar, pero nunca enterrar, incluso aunque esta persona haya muerto desangrada. Si la persona no ha derramado sangre, se debe esperar obligatoriamente, pues las posibilidades de que el cerebro siga con vida son mayores.
Mientras el corazón, los pulmones, las arterias que van al cerebro y el mismo cerebro, así como la médula espinal no se halla deteriorado de manera irreversible, es posible recuperar la vida del cuerpo, al menos en parte. ¿Cuál sería el problema si una persona se recupera de una parada cardio-respiratoria? El problema sería, que según el tiempo que lleve sin latir su corazón y sin poder respirar, algunas células del cerebro habrían muerto y la persona quedaría con secuelas cerebrales o mentales, que incluso podrían afectar a la movilidad de alguna parte de su cuerpo, provocando algún tipo de invalidez. Por eso, si una persona sufre un accidente y deja de respirar, o un sufre una parada cardíaca hay que intentar reanimarle lo antes posible.
Actualmente, el ser humano nutre al cerebro de oxigeno de una manera muy pobre, por un lado, debido a la mala calidad del aire y por otra, porque no respira adecuadamente. A día de hoy, se dice que nuestro cerebro solo tiene actividad en un 10% aproximadamente y el restante 90% está dormido. Aún así, solo con ese 10% somos capaces de hacer muchas cosas, buenas y malas. ¿Qué pasaría si tuviésemos nuestro cerebro al 100%?
Las razones por las que las capacidades de nuestro cerebro están mermadas son la pérdida de la capacidad de manejar el “Prana”, la energía vital del aire y la pérdida del fuego interno (originado por las glándulas sexuales). Ambas cosas han generado el atrofiamiento gradual de nuestro cerebro y de nuestras glándulas endocrinas, como la glándula hipófisis y la glándula pituitaria (que regula nuestro carácter) y el resto de todas las glándulas que regulan de manera coordinada, todo el funcionamiento de nuestra máquina humana, diseñada de forma perfecta para vivir y ser manejada, al servicio de nuestro principio consciente Superior, nuestro Real Ser, el principio consciente que se desprendió de la Gran mente Universal.
El ser humano, si bien tiene todavía un gran potencial, a pesar de tener solo un 10% de su cerebro a su disposición, sigue todavía infra - utilizando el cerebro y dañando este potencial, dañando lo poco que le queda antes de convertirse en un ser parecido más a un vegetal que a un ser superior, antes de convertirse en una especie de muerto viviente, lleno de sufrimientos y enfermedades, los cuáles no tendría porque padecer.
La glándula pituitaria, los órganos sexuales y el carácter
El ser humano, al no respirar bien, priva de vitalidad a las neuronas de su cerebro y daña la glándula pituitaria, que regula nuestro humor y nuestro carácter.
Existe una relación muy estrecha entre carácter, humor, vitalidad, con el funcionamiento adecuado de la glándula pituitaria y los órganos sexuales. Estos dos órganos controlan el crecimiento, la personalidad y el carácter del individuo, su fuerza y estas dos glándulas se ven perjudicadas por una mala respiración, así como por la toma de intoxicantes, drogas y medicamentos, alcohol y ciertos alimentos, así como por una actividad sexual abusiva, inducida ya a temprana edad.
La degeneración temprana de estas dos glándulas, están llevando a la especie humana a una degeneración sin retorno. Una persona afectada de mal humor, mal carácter tiende a fruncir el ceño. Esto es señal de mal genio o de mucho carácter. Es curioso que la glándula pituitaria se halle justamente a la altura de la frente… Cuando fruncimos el ceño, es como si quisiéramos comprimir la glándula pituitaria y esto lo hacemos cuando necesitamos demostrar cierta agresividad, cierto carácter, cierta fuerza. También ponemos en tensión nuestros puños y brazos, nuestro vientre se contrae, respiramos con fuerza sin darnos cuenta, se ponen en marcha mecanismos de los que no somos conscientes pero que hablan por sí solos.
Si una persona respira mal, o si su sangre no circula adecuadamente hacia el cerebro, o si existe toma de intoxicantes y medicinas y drogas, (excitantes, ansiolíticos, antidepresivos, alucinógenos, alcohol…) su glándula pituitaria no funcionará adecuadamente y tendrá mal humor y problemas para concentrarse y estos síntomas son muy usuales en casos de ansiedad, depresión y en caso de insomnio.
Las drogas y los medicamentos que solemos tomar para intentar paliar los síntomas de la ansiedad, la depresión, el cansancio, son a la larga más dañinos y agravan todavía más el problema que se intenta corregir.
Si uno se agrede así mismo, de la manera en que sea ¿Qué puede esperar, felicidad o dolor? Lo que uno da a los demás eso recibe. Lo que uno se da a sí mismo, lo mismo recibe. Si uno arroja una piedra encima de su propia cabeza, sabe que le aguarda el dolor. Solo una agresión oculta y siniestra, contraria a la vida y a la felicidad puede estar detrás de la actitud suicida de que somos víctimas los seres humanos.
La calidad del aire
¿Ha caminado usted alguna vez por un bosque de eucaliptos o de pinos, o en medio de algún bosque o lugar perfumado por plantas silvestres, como la menta o el orégano, el romero y el anís? Ó, ¿Ha respirado el aire puro, limpio y fresco de la montaña? Si lo ha hecho, seguro que ha exclamado: ¡Qué bien huele! Acto seguido, cogiendo fuerzas, ha inspirado con fuerzas y ganas, profundamente y ha retenido el aire un momento, antes de soltarlo, como si deseara saborearlo y que entre profundamente dentro de uno. ¿Ha sentido alguna vez la agradable sensación de respirar la brisa húmeda del mar?
Bien, es probable que no muchas personas tengan hoy en día de la oportunidad de respirar este aire y en lugar de ello, respire el aire caliente y viciado y súper- contaminado de las ciudades, o el aire cargado de hongos y ácaros de los espacios cerrados y húmedos o mal ventilados, en la oficina, en el taller o en la fábrica, o en la propia casa.
Es probable que, aunque usted se haya acostumbrado, que esté respirando un aire insoportable, insano y tóxico, en mayor o menor medida y sin saberlo, su vitalidad, su salud y su estado de ánimo estén afectados de alguna manera. En realidad, es mucho más que probable que esto le suceda y no sepa porqué. Pero, piense en la cantidad de humos tóxicos que desprenden los coches, la combustión de las calefacciones, la sequedad del aire caliente de los lugares con calefacción, los gases que desprende el asfalto en los días de calor, los gases que desprenden los materiales de los muebles, moquetas y todo tipo de materiales sintéticos con que hoy está hecho todo, en el coche, en casa…el aire enrarecido dentro de los autobuses, trenes o el metro.
Piense también si tiene que vivir con personas que fuman, ya sea en trabajo o en casa o en la calle, o si es usted quién fuma. Piense en la cantidad de partículas que arrastra el aire en un día ventoso y caluroso y seco, polen, esporas, polvo, gases, ácaros… Todo esto es una agresión constante que sin duda tiene que terminar produciendo algún tipo de repuesta en nuestro organismo y de hecho, cada vez hay más personas con problemas respiratorios, incluido niños, como las alergias, la rinitis, la sinusitis, problemas bronquiales…
La gente va al médico y este nos receta algún jarabe, gotas para la nariz o algún antialérgico y poco más puede hacer el médico por nosotros. Pero detrás de los problemas respiratorios, se encuentran desórdenes nerviosos, como la ansiedad, la falta de vitalidad, la astenia primaveral, problemas de mal humor, cansancio, desgana, apatía, debilidad, depresión, crispación , estrés, falta de memoria, falta de concentración, dolores de cabeza, problemas de insomnio… y esto los médicos parece que no lo saben o al menos, no lo dicen.
Cuando vamos al médico aquejados por estas cosas nos dan unas vitaminas, unos ansiolíticos, unos calmantes o algún que otro antidepresivo y si al cabo de un tiempo se nos ocurre volver quejándonos de lo mismo, entonces nos mandan al carnicero de la mente, al “psicólogo o al psiquiatra”, que nos receta unos ansiolíticos y unos antidepresivos más potentes, que terminan convirtiendo a la persona en un auténtico inválido y cuando esto sucede, certifican que eres una persona realmente inválida y te dan la invalidez, parcial o absoluta.
Por otro lado, sabemos que la vitalidad, el vigor, influye en la capacidad de resistencia del individuo a situaciones de estrés, así como también en su capacidad de resistencia ante las enfermedades, en su capacidad de resistencia hacia todo aquello que le puede agredir, física, química, mental o emocionalmente.
Cada vez son más frecuentes las enfermedades de tipo vírico, a pesar de que vivimos en la era de los antibióticos. Cada vez más son más frecuentes las enfermedades nerviosas, a pesar de que disponemos de ansiolíticos y antidepresivos que no sirven para mucho y, cada vez más el ser humano vive más insatisfecho, a pesar de que disponemos de todo lo necesario y más, para ser felices…aunque en esto último ya entran otras cuestiones en las que no vamos a entrar.
Una persona aquejada de problemas respiratorios tiene disminuida su vitalidad y las defensas naturales del cuerpo y es más propensa a enfermar física o psicológicamente. Una persona aquejada de problemas respiratorios tiene problemas para conciliar el sueño y dormir y descansar adecuadamente y esto aumenta todavía más su cansancio y su falta de vitalidad. Si esta persona, además, no tiene una buena alimentación, la vitalidad y la sensación de debilidad serán aún mayores y el camino hacia la ansiedad y el estrés generado por las presiones y las prisas, serán mayores y terminará en un estado de histeria y depresión en un intervalo de tiempo más o menos breve. Las personas que respiran mal no paran de moverse durante el sueño, se despiertan frecuentemente y tienen que levantarse estando todavía más cansadas que cuando se acostaron. Es frecuente que las vías respiratorias sufran infecciones, obstrucciones, muy especialmente en los tabiques nasales, los cuáles se ven estrechados haciendo que la persona le resulte difícil respirar y ante el más mínimo aumento de mucosidad, debido a algún refriado o catarro, los tabiques y conductos se colapsan, se obturan y no deja pasar el aire.
La persona se ve obligada a respirar por la boca y todo esto hace que solo entre aire a la zona superior de los pulmones, los cuáles terminan por atrofiarse, la caja torácica no se ensancha al tomar aire y esto oprime el corazón que intenta latir más deprisa. Esto genera ansiedad y nerviosismo e impedirá que el individuo pueda conciliar el sueño y si lo hace, se despertará roncando o teniendo sensación de ahogo, tendrá pesadillas, malos sueños, sueños de persecución, de aprisionamiento, de angustia.
Los problemas cardíacos están muy relacionados con problemas respiratorios y por supuesto, con problemas de origen nervioso y emocional.
La rinitis y sinusitis
Otro gran problema derivado de la obstrucción de los tabiques nasales es la terrible enfermedad de la sinusitis y digo terrible, porque la persona que escribe este artículo la ha padecido durante años y es un verdadero infierno. La sinusitis es la inundación de los tabiques nasales y las cavidades que hay en algunas zonas de la cara y el cráneo por mucosidad, que con el tiempo se descompone y se seca, junto a coágulos de sangre que forman “pólipos”, que crean infecciones y sensación de taponamiento constante. Esto se produce como consecuencia de catarros mal curados y persistentes, alergias y por la terrible mala costumbre de sonarse sin tener cuidado, tapando las dos fosas nasales a la vez y hacer presión para intentar que salga la mucosidad de manera brutal.
Esta presión, con las dos fosas tapadas hacen que la mucosidad se adentre en las cavidades y fluya entre los huesos de la cara y el cráneo y la piel o cuero cabelludo y quede almacenada y recluida a presión, sin poder salir, por mucho que nos sonemos. Termina descomponiéndose y creando infecciones que originan fiebre y malestar y este malestar llega a producir mucho cansancio, fatiga y depresión porque no se puede respirar y no se puede dormir.
Cuando uno tiene catarro debe sonarse con cuidado, tapando cada vez solo una fosa nasal y no las dos al mismo tiempo y si no sale la mucosidad con facilidad y seguimos taponados, debemos de hacer uso de lavativas nasales de agua con sal y algunas gotas de plantas que ayudan. Los médicos, cuando la enfermedad está muy agravada recurren a la cirugía para extraer la mucosidad que no sale de ninguna manera y no deja vivir a la persona, ni de día, ni de noche, además de darle antibióticos.
Aquí te daremos unas recomendaciones, que siguiéndolas y teniendo algo de paciencia, pueden permitir luchar contra las infecciones que origina la mucosidad y propiciar además, su expulsión y la curación definitiva, sin necesidad de cirugía. A medida que respires mejor notará la diferencia, descansarás mejor, serás más activo, más alegre y más relajado. Tu salud en general mejorará y si además, tratas de cuidar la higiene del aire que respiras habitualmente, haces ejercicio y te alimenta adecuadamente, tu vitalidad aumentará y muchos problemas de salud se verán corregidos y eliminados.
La enfermedad es la consecuencia de superar los límites para los que nuestro cuerpo fue diseñado, llevando una vida antinatural, es un intento de probar que somos imperfectos, cuando en realidad hemos sido diseñados para no enfermar ni morir, ni tampoco sufrir. La enfermedad no existiría si no existiese realmente un deseo oculto y sutil de morir. El ego quiere demostrar que lo imperfecto y la muerte existen y justifica el sufrimiento y el dolor¡Que la salud y la vitalidad te acompañen vayas a donde vayas y puedas cumplir alegremente tu función¡
Remedio y recomendaciones para la sinusitis y el catarro.
Vamos a dar algunos remedios y recomendaciones, que servirán no solo para aquellas personas que puedan estar aquejadas de enfermedades respiratorias más o menos molestas, sino también para aquellas que quieran mejora su calidad y su capacidad respiratoria.
Acostúmbrese a hacer una limpieza de sus fosas nasales todos los días, por la mañana, al levantarse, al mediodía, así como por la tarde y por la noche, antes de acostarse. Hágalo aunque crea respirar bien, especialmente si vive en la ciudad o trabaja en lugares cerrados y mal ventilados. Para ello compre un pequeño spray o atomizador de bolsillo, un spray manual, podríamos llamarle.
Prepare agua y añada un poco de sal en una proporción parecida al agua de mar, tolerable para la mucosa y que no llegue a escocer por tener demasiada cantidad de sal.Asegúrese de que la sal se disuelve totalmente para que no se obture el spray. Compre en una herboristería o tienda de dietética el siguiente preparado: “Aceite PO-HO” de la casa A.Vogel.
Es un preparado muy conocido en las herboristerías de las ciudades y no debería de tener problemas para conseguirlo o para que se lo encarguen. Su precio es de unos ocho euros, aproximadamente. El compuesto de este preparado es aceite esencial de menta, eucalipto, enebro, alcaravea e hinojo. Es un producto muy penetrante y muy concentrado y debe de tener cuidado de que no le entre en los ojos ni en las mucosas ni en la boca, por esto debe diluirse u olerse directamente, si se quiere, pero con cuidado de no aspirarlo en forma de líquido por la nariz.
Compre también aceite puro esencial de alcanfor, podrá obtenerlo también en herboristerías, así como aceite esencial puro de eucalipto, romero y espliego.
Deposite una gotita y sólo una gotita de cada uno de estos productos en su preparado de agua con sal en su spay de bolsillo y llévelo allí a donde valla y cada tres horas nebulice tres veces en cada fosa nasal, aspirando por estas a la vez que nebuliza, de manera que el agua impregne y penetre profundamente en las fosas nasales, para que se humedezcan las vías y los tabiques. La acción de la humedad junto a los vapores de los aceites volátiles de las plantas se dejarán notar en el acto.
Si ve que puede sonarse con facilidad, sin necesidad de forzar hágalo y si no, espere un rato hasta que vea que la mucosa se ablanda y las vías respiratorias se expanden y se abren, lo cual hará que la mucosa salga con más facilidad.
Haga esto las veces que sea preciso, pero especialmente por las mañanas, al mediodía y por la tarde y una hora antes de acostarse. Es un preparado natural y no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios y es mucho más efectivo que cualquier descongestivo de farmacia y más barato. El único inconveniente para utilizarlo es si tiene las mucosas irritadas; en este caso no utilice las gotas del preparado y utilice solamente agua con sal, o aspire vapores de alcohol en donde se hallan disuelto las mismas gotas esenciales de las plantas anteriormente enumeradas.
Si tiene infección en los tabiques nasales, compre el producto llamado "Timol". El timol es una sustancia cristalina, obtenida del tomillo. Se vende en tiendas de apicultura, para desparasitar a las abejas y es natural. Es muy adecuado echar una poca cantidad de este polvo y quemarlo en una cucharilla, o en un carbón encendido, de manera que los vapores inunden la estancia en la que estamos o dormimos.
Si está tan congestionado que le es imposible aspirar sin forzar la respiración, coja con un cuentagotas cierta cantidad del líquido de su nebulizador, acuéstese y échelo en cada fosa y de un masaje en la nariz y levántese de inmediato, para que la mucosidad que pueda disolverse no se adentre hacia las cavidades.
Tenga a mano un bote de alcohol de farmacia de 96º y aspire de vez en cuando los vapores del alcohol, echando unas gotas en la palma de su mano. Los vapores del alcohol causan el mismo efecto que los vapores de los aceites de las plantas. Estos vapores obligarán a los conductos nasales a contraerse y expandirse, originando que la mucosa se ponga en movimiento y el mismo efecto se notará en los pulmones.
Acostúmbrese también a tomar pimienta negra con las comidas, o deposite con frecuencia pimienta molida en la lengua, o mastique las volitas sin triturar. Esto le ayudará a despejar y desinfectar las vías respiratorias. Tome sopas bien calientes con pimienta negra, esto es realmente mágico. Si tiene problemas de asma o tiene los bronquios muy obturados compre el siguiente jarabe en la farmacia: “Terponil jarabe”. Es un jarabe hecho con esencias penetrantes de eucalipto y menta, no tiene componentes químicos y es muy bueno. Cada vez es más difícil de encontrar y no todas la farmacias desean conseguirlo, prefieren vender los jarabes hechos con codeína y opiáceos, fabricados por la multinacionales farmacéuticas.
Para ayudar a los bronquios, debe tomar cosas calientes, infusiones de anís, pimienta, romero, espliego, tomillo u orégano. Son plantas que contienen esencias muy penetrantes y que dan calor y combaten los virus y aumentan las defensas. Al acostarse úntese en el pecho algún bálsamo tipo Vick o bálsamo de tigre y tape el pecho y no lo exponga al frío. Duerma con calcetines si es necesario para que sus pies no se enfríen ni se humedezcan, ponga una bolsa de aire caliente y deje una ventana algo abierta para que entre algo de aire fresco,esto es muy importante.
En la planta de los pies nace el meridiano de acupuntura del Riñón. Si los pies se enfrían, el frío penetra en dicho meridiano y bajan muchísimo las defensas del organismo. Esta es la causa más frecuente de dolores de garganta, catarros y resfriados e incluso gripes. Por tanto, ni se le ocurra permanecer con los pies húmedos o fríos, ni de noche ni de día.
Cuando se acueste, hágalo boca abajo si no puede respirar o si tiene mucha mucosidad. Si duerme boca arriba, se obturarán los conductos y las cavidades nasales todavía más. Si duerme boca abajo, la mucosidad diluida saldrá con mucha más facilidad, incluso si se queda dormido.La tendencia es siempre a ponernos boca arriba y terminamos despertando, con ronquidos o sin poder respirar. La mejor solución para esto es dormir recostados sobre cojines o un par de almohadas.
Automasaje
Si no puede dormir no se desespere. Túmbese pecho abajo y apoye fuertemente el pómulo de la cara contra el colchón, o aún mejor, sobre algo que tenga algo más de consistencia, algo más duro, pero que no sea demasiado alto para que su cuello no se fuerce. La mano o el mismo hombro usados como almohada pueden serle útiles, pero se les dormirá al presionar con el pómulo. Una almohada estrecha y dura o un cojín no muy grueso podrían valer. A la vez que presiona el pómulo, use la otra mano y ponga los dedos formando una garra y aplaste su mano en la parte alta de la cabeza, haciendo también presión.
Mueva los dedos, apretando contra el cráneo a la vez que estira y contrae los pliegues del cuero cabelludo. La palma de la mano debe mantener apretada contra el cráneo. De vez en cuando desplace un poco la palma de la mano un par de centímetros y haga presión en diferentes partes de la cabeza. No deje de apretar el pómulo contra el colchón o contra su otra mano o el hombro.
Después de al menos veinte minutos, levántese de inmediato e intente sonarse suavemente taponando la fosa nasal del lado del pómulo que ha estado en contra del colchón, o aquella que sienta está más despejada.
Si es necesario humedezca las fosas con el nebulizador o aspire los vapores del alcohol. Si lo desea repita el proceso sobre el mismo lado e intente quedarse dormido en esa postura, con el pómulo apoyado en contra del colchón.
Lo ideal sería que no se diera la vuelta y que no se ponga boca arriba durante la noche, pero bueno, lo más probable es que lo haga pues es la postura que inconscientemente uno procura cuando se queda dormido.Si es preciso, siempre puede dormir recostado en unos cojines.
A la noche siguiente haga lo mismo pero del lado opuesto.Apriete fuertemente, con los dedos índice y pulgar de la mano izquierda, la base de la nariz, durante unos instantes y aspire los vapores del alcohol, todas las veces que desee, durante todo el día, pero especialmente antes de irse a dormir.
Dormir con el pecho pegado al colchón tiene además la ventaja de que los pulmones cogen más calor, conservan mejor el calor y se ablanda más fácilmente la mucosa que obstruyen los bronquios.
Si el ambiente de su habitación es muy seco, ponga un vaporizador con esencias de eucalipto y menta.Si el ambiente es muy húmedo utilice un deshumificador, porque la humedad excesiva hace que proliferen los hongos y los hongos son el alimento ideal de los ácaros.
Ventile bien la habitación todos los días, pero procure que no entre aire cargado de polvo, humo o polen en la estancia. Perfume la estancia, la ropa, los armarios… con esencias de eucalipto, menta, espliego, tomillo, romero (esencias naturales). Evite salir los días que hace mucho viento y el tiempo muy seco. Si lo hace, humedezca las fosas nasales con su nebulizador y luego, impregne las entradas de sus fosas nasales con bálsamo o vaselina. El bálsamo retendrá gran parte del polvo y el polen que pudieran penetrar al intentar respirar.
Debe evitar que el aire cargado entre igualmente por la boca, pues sus pulmones son también muy sensibles al aire sucio. Si no le queda más remedio, use una mascarilla e imprégnela con dos gotas del Aceite PO_HO, o humedézcala en agua de vez en cuando. Si tiene paciencia, en unos días sus vías respiratorias se irán purificando, se irán liberando y empezará a respira mucho mejor, sin esfuerzo de ninguna clase. Se sentirá más despejado, más activo, descansará mejor y su estado de ánimo mejorará notablemente, como si le hubiesen recetado algún medicamento invisible y mágico.
Si es usted extremadamente alérgico al polen, polvo, ácaros, humos y tiene las fosas nasales muy irritadas, tal vez tenga que hacer uso de algún anti alérgico,una combinación de corticoide con antihistamínico suele ser más efectivo y con menos efectos secundarios que un antihistamínico solamente.Es más, el propio corticoide, en dosis muy pequeñas, es mucho más efectivo y tiene menos efectos secundarios que un antihistamínico. No obstante, será su médico el responsable de indicarle uno u otro medicamento.
Tenga especial cuidado con la higiene en su habitación, lave la funda de su almohada cada tres días(es una fuente de ácaros dado que se llena de humedad por causa de la respiración; en donde hay humedad se crean hongos y en donde hay hongos se crían los ácaros), lave el pelo antes de acostarse(el pelo acumula polvo y polen durante el día y lo deposita en la almohada).No se le ocurra tener estanterías con libros en la habitación, el papel de los libros absorbe mucha humedad y ahí se crían ácaros de la peor clase, de los más virulentos; lo mismo sucede si tiene armarios llenos de ropa, o si tiene ropa debajo de la cama, alfombras...
Tampoco debería de tener muchas estanterías en la estancia en donde duerme, con muchos objetos que dificulten la limpieza diaria del polvo acumulado.Yo recomiendo esta limpieza y esta disciplina a cualquier persona, aunque sienta que no tiene problemas para respirar. Cualquier persona que lo haga mejorará su respiración y aumentará la cantidad de oxígeno que entra en sus pulmones, en su sangre y en su cerebro.
Las personas que hacen deporte lo agradecerán, las personas que estudian, las personas que practican meditación, las personas enfermas por cualquier proceso infeccioso, las personas aquejadas de estrés, ansiedad, depresión, las personas que fuman…
El aire es vida, salud, vigor, fortaleza, alegría, luz. Por último, aconsejar que se debe tener cuidado con la alimentación, descartar ciertos alimentos como las salsas, gelatinas, yogures, flanes, huevos y todo aquello que pueda llevar espesantes. Así mismo no se debe abusar de las frituras, mejor preparar los alimentos al vapor o a la plancha o al horno. Tampoco son recomendables las grasas, las margarinas y tampoco la mantequilla, los quesos de untar ni el queso fresco en exceso. Sobra decir que no son para nada aconsejables la carne en general y muchísimo menos los fiambres, las hamburguesa y las salchichas . Y nada de tomar bebidas frías ni refrescos de colas o fantas.
Las comida y los alimentos deben ser del tiempo o tomarse calientes, nunca fríos. Los alimentos y bebidas frías enfrían el estómago y bajan las defensas del organismo, bajan mucho el tono vital del organismo en general, lo mismo que el frío húmedo que viene del exterior o los cambios bruscos de temperatura, o las corrientes de aire, o al aire acondicionado en el verano y la excesiva calefacción en invierno.
Debe hacer ejercicio; caminar al menos dos horas seguidas todos los días es un ejercicio estupendo e inocuo. Siga estos consejos y sanará de muchos males y prevendrá un sinfín de problemas de salud y será más feliz y vivirá más tiempo y todo el mundo a su alrededor será también más feliz. Pues cuando uno es feliz, no solo uno es feliz, de la misma manera que cuando uno es infeliz, no solo uno es infeliz.
Nuestra salud y nuestra felicidad hacen feliz a otros y nos ayuda a cumplir con nuestras responsabilidades y a servir a los demás con agrado. Aunque sea solo por los demás, debemos de hacer el esfuerzo de estar sanos y ser felices. Por ahora esto es todo, pero no se despiste, le invito a que me siga, porque todavía hay más, mucho más… ¡Hasta pronto! Seoan Judith Nath Manuel Vázquez
En algún lugar de este planeta, martes 15 de abril de 2014.
Autor: Seoan Judith(Manuel Vázquez)
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