Existen cuatro etapas importantes y definidas en la vida de un ser humano, al margen de su sexo, el cuál se determina ya, en el vientre materno:
La niñez, la pubertad, la adolescencia, la semi madurez y la madurez.
Todos estos estados no son más que el reflejo de cambios hormonales o químicos dentro del organismo, que afectan, tanto al desarrollo físico, como psicológico.
La hormona que regula estos cambios, fundamentales, es la testosterona, cuya producción o segregación va en aumento progresivo, a medida que van madurano las glándulas sexuales, tanto en niños como en las niñas.
Hay 4 etapas claras, reguladas por ciclos de 7 años, en que se producen esos cambios sustanciales. Una a los 7 años, otra a los 14 años, otra a los 21 y otra a los 28 años.
Hasta los 7 años, las glándulas sexuales apenas generan testosterona, la voz del individuo es claramente infantil, no hay bello facial ni corporal y la diferencia psicológica entre niñas y niños no está muy marcada, todavía, aunque sí ya lo está a nivel físico, pues ya existe una diferencia en los organos sexuales, como es obvio. Los niños tienen pene y las niñas no lo tienen, pero los valores hormonales de testosterona son muy pequeños, tanto en los niños, como en los niñas. Esta etapa está caracterizada por la inocencia y la dependencia del niño y las niñas hacia la madre.
A partir de los 7 años, las glándulas van entrando en actividad y la voz va cambiando sensiblemente, pero, es a los 14 años cuando se produce el cambio, el gran salto hormonal que cambia la voz, el temperamento, se reafirma el carácter, crece ya algo de bigote, a las mujeres ya le crecen los pechos de forma notoria, les viene el período y, digamos, que sexualmente, ya están aptas para repoducir,al menos físicamente, que no psicológicamente, como es evidente, a pesar de que a esa edad, ya nos empezamos a sentir mayores y queremos o creemos saberlo todo y nos volvemos rebeldes y arrogantes. Hablamos de la etapa clara y desgradable de la adolescencia, en que se producen cambios muy bruscos en nuestra personalidad y el carácter, en el comportamiento, que, aparte de nosotros mismos, tienen que soportar nuestros desgaraciados padres.
Otra etapa es de los 14 a los 21(todavía peor), aquí no hay nadie que nos diga lo que debemos hacer, hacemos muchas tonterías y ya nos creemos adultos definitivamente.
En esta etapa, el indiviudo, sin saberlo marcará para siempre, el destino de lo que va a ser su vida. Si ha hecho el cafre o si ha sido equlibrado, si ha estudiado...pero, de todas a todas, sigue siendo un adolescente, un poco más crecido, con bigote, algo más musculoso, las mujeres más coquetas y deseosas(sus hormonas y la naturaleza les llaman a ser madres), pero los hombres, menos maduros, en pandillas, haciendo el tonto y poco más.
De los 21 a los 28 ya está definido totalmente a nivel psicológico y a nivel fisiológico lo que será el individuo y pocos cambios sustanciales se producirán, salvo que se casa y encuentra trabajo y forma familia...pero el individuo, está practicamente definido. Es posible, que siete años más tarde, se vuelva a producir un cambio sustancial de más madurez, a los 35 años, pero, su voz ya está definida a los 28 años, su carácter,su personalidad, su comportamiento, sus tendencias, sus hábitos, sus rasgos físicos y psicológicos...sus traumas, sus complejos...
Bien, estas son las cuatro o cinco etapas fundamentales de crecimiento o formación de un individuo, que llega a su culmen a los 42 años(siete años más).
A partir de los 42 años, hasta los 49, el individuo se mantiene en una línea estable y, a partir de los 49, entra ya, en una fase de degeneración progresiva y, sin darse cuenta, empieza a perder fortaleza, vigor, agilidad mental y facultades. Su sistema endocrino entra en fase degenerativa y, digamos, que ya empezamos a envejecer. A la mujer le asalta la menopausia, sus pechos empiezan a volverse flácidos, el hombre pierde musculatura y fuerza, la voz empieza a debilidatarse y nos encaminamos de nuevo a una nueva adolescencia, pubertad e infantilismo o inocencia, típico de la vejez, aunque, con más sabiduría y experiencia, por supuesto.
Este es el ciclo de la vida de un ser humano ¡muy breve, por cierto!, ¡Naces y, cuando te das cuenta, mueres sin haber hecho practicamente nada importante!
Cuando te das cuenta, todo se vuelve en añoranzas o en lamentaciones y decimos adiós.
Bueno, ¿y a cuento de qué viene todo esto? No lo sé, supongo que para deprimir a más de uno, o, para provocar reflexión.
Manuel Vázquez (Seoan Judith Nath)
Panillo, a 18 de octubre de 2019
¡Bueno, sí, ya sé!.
El aborto.
Quería decir, que es muy importante la testosterona en le desarrollo de la madurez de un individuo y si, una persona gasta torpemente, desde termprana edad, sus energías sexuales, esto afecta a su desarrollo psicológico y a su grado de madurez, a su inteligencia, a su personalidad, a su carácter....a su vida.
Por este motivo es tan importante inculcar a los hijos la importancia del sexo y darles métodos que les ayuden a conservar esa energía, mientras su organismo está en desarrollo. Esto es muy importante, pero complicado, debido a la influencia de la manipulación de los medios, con el bombardeo de erotismo subliminal y al acceso a la pornografía, que vuelven precoces a los niños y a los adolescentes.
Una de las armas que podemos proporcionarles, el mejor regalo que le podemos hacer a un hijo, es darle o enseñarle un medio que le permita, desde joven, ser más equilibrado y tranquilo y más seguro de sí mismo, menos manipulable e influenciable por la publicidad y las modas,la sociedad, los amigos... quienes se convierten en sus consejeros y maestros, dado que los padres se ven desbordados y no son capaces de controlar a los hijos, dado que todo lo que ellos ven en la sociedad y en televisión, cuando no en el comportamiento de los mismos padres, lo consideran normal, es el mundo que ven y en el que viven y es lo que aprenden.
Los hijos no solo aprenden de los padres, aprenden también de la sociedad y, la sociedad, no tiene valores que enseñar,al contrario y, esto es muy grave.
¿Como podemos decirle a un hijo ¡Oye, no veas la tele, deja el ordenador, o deja el teléfono, no fumes, no bebas, no tomes drogas, si, posiblemente eso lo hacen los mismos padres y si no, los amigos!?
Si queremos educar, debemos de hacerlo con el ejemplo, no con palabras y aún así, es imposible proteger a un niño de la influencia negativa que recibe por doquier.
Por eso, el mejor regalo que podemos hacerle a un niño, es enseñarlo, desde pequeño, a meditar,como lo hacen en Tibet.
En Tibet, al menos antes de la invasión china,las familias ingresaban a sus hijos, desde muy pequeños, para ser educados en los templos, en donde aprendían a meditar, así como disciplina, sabiduría, conocimiento, arte, ciencia...
Los monjes tutores, les enseñan a recitar mantras, con voz gutural, para que sus órganos sexuales maduren antes.
El resultado es, que esos niños se vuelven maduros y disciplinados y son útiles para la sociedad y para el mundo y crecen sin traumas y sin complejos y sin taras psicológicas.
Pero aquí, en occidente, ¿qué es lo que les enseñamos? ¿qué es lo que le enseñamos a los seres que van a ocupar nuestro lugar en el mundo? y, ¿Qué mundo es el que van a ocupar?
El mundo es una verdadera hoguera humana llena de sufrimiento, un polvorín de carne quemada y de mentes enfermas.
¿Vale la pena traer hijos al mundo para eso? ¿Vale la pena echar más carne en el fuego, no hay suficiente carne quemándose ya, en este dichoso mundo?
Hay muchas personas que condenan el aborto y hacen sentir culpables y tildan de asesinos a las mujeres que desean abortar.
Parece que libran una cruzada en favor de la vida y con ello, piensan que van a ganar el cielo o que les van a dar un lugar privilegiado en el universo. Tachan de abominación y de asesinos a las pobres mujeres que desean abortar. Pero, la verdadera abominación es traer al mundo a un ser para ser carne de cañón y no darle los medios necesarios para que pueda sobrevivir en medio del holocausto de los que algunos llaman vida.
Si una mujer desea abortar, alguna razón de peso tiene que haber para no desear tener un hijo. La mujer no es asesina por naturaleza y si desea abortar es por algo. Tal vez no sienta serguridad o certeza, de que el hombre que la dejó embrazada, involuntariamente, sea un hombre realmente capaz para sostenerla o para ser padre de su hijo.
Una mujer enamorada realmente de un hombre, jamás dice que no a un hijo y, un hombre, que ama a una mujer y la deja embarazada, jamás la obliga o la induce a abortar.
Si un hombre y una mujer están enamorados y son plenamente conscientes de lo que hacen, jamás dicen que no a un hijo, salvo, que no estén enamorados, o haya algún tipo de problema que consideren no aconsejable traer un hijo al mundo, caso, de que, accidentalmente haya quedado embarazada la mujer.
La verdadera abominación es traer a un hijo al mundo si no desea, u obligar a alguien a tener un hijo, haciendole sentir culpable por no desear tenerlo, esa es la abominación. Es una abominación, que una mujer, quede embaarzada por un hombre irrresponsable, que solo la quiere para satisfacer su deseo sexual, no como esposa, realmente.
Es una abominación que, una mujer quede embarazada, cuando ni siquiera desea tener relaciones con un hombre con quién ni sabe por lo que o para qué está, creyendo, a lo mejor, que está siendo amada, cuando, en realidad, está siendo utilizada y explotada emocionalmente en su inocencia y bondad.
Ninguna mujer en este mundo dice que no a una criatura que hay dentro de su vientre, si no tiene razones de peso para decir que no, ninguna, salvo que sea un monstruo en vez de una mujer, o sea víctima de problemas, traumas o de la índole que sea.
Es el hombre, normalmente, el culpable de que una mujer no desee tener un hijo y es abominable tenerlo si él es un irresponsable y no ofrece serguridad y verdadero amor a la mujer o al hijo que va a traer al mundo, si no tiene preparación, educación, si no es un buen hombre, etc.
Desde aquí, mi más sincero pésame por todas esas víctimas, no del aborto, sino de los que nacen sin haber sido deseados, o traídos al mundo por padres inmaduros e irresposnables, que ni siquieran han madurado sexualmente, ni psicológicamente y, dejan a sus hijos a merced del mundo, porque ellos mismos están a merced del mundo.
¡Así está el mundo, lleno de carne de sacrificio!
¡Vamos a dejarlo!
¡Amén!
Las consecuencias de tener hijos...no deseados
¿Habéis oido hablar del síndrome de los ovarios poliquísticos? ¿Sabéis, que una de las causas desconocidas de este problema femenino, es haber sido concebidas por padres, por los cuáles sus madres sentían rechazo, escrúpulos, aversión, porque estaban insatisfechas con sus maridos, por ser hombres groseros, brutos, violentos, sucios, irrespetuosos, poco amables, poco sensibles con la psicología y la sexualidad de una mujer?(física o psicológicamente violentos con sus mujeres).
Sabéis cuántas mujeres se sienten insatisfechas en sus relaciones sexuales, no porque el hombre sea viril o no, sino, porque no tienen sensibilidad con la mujer, no son amables, no son afectuosos ni cariñosos, ni sensibles...y tienen relaciones con sus maridos sin desearlo realmente?
¿Sabéis que muchas mujeres prefieren tener relaciones con otras mujeres, porque son más sensibles y delicadas y tienen miedo a la brutalidad del hombre, a su grosería, a su falta de tacto con la mujer?
¿Sabéis que una mujer se entrega con pasión al hombre, si éste es delicado y respetuoso y considerado con ellas, si tienen un sencillo detalle, un elogio, unas palabras cariñosas, un gesto amable, un pequeño regalo(no necesarialente joyas, unas simples flores)?
La mujer se entrega siempre con agrado a un hombre que es delicado y sensible. Pero, obviamente, es cierto, que la vida estresada y las preocupaciones, impiden , muchas veces, que el hombre y la mujer se den cuenta de la importancia de estos detalles, en una relación, pero son muy importantes.
No toda la culpa la tienen los hombres, el estrés y la mala educación machista que recibimos, unos y otros, hacen que parezca normal que un hombre sea como es y la mujer acepte el papel de sumisa y esté dispuesta a entregarse a él, aunque en el fondo no lo desea.
Lamentablemente, estamos hablando de algo con un porcentaje elevadísimo de incidencia en la vida de la mayoría de las parejas, mucho más de lo que podamos imaginar. Por ello, es de suponer, que el porcentaje de mujeres que se quedan embarazadas, teniendo relaciones insatisfechas e indeseadas, es elevadísimo y, es muy posible, que muchos de nosotros y aquellos que han formado una cruzada en contra del aborto, se encuentren dentro de esta casuística tan común, que no por ello, irresponsable manera de concebir a un ser, sino hay amor y delicadeza.
Una mujer que siente rechazo o aversión hacia un hombre que la ha dejado embarazada, refleja ese rechazo en una actitud inconsciente de no desear tener el hijo, transmitiendo ese rechazo al feto.
La conscuencia de esto son la multitud de abortos, fetos malformados, enfermedades y taras con que nacen los niños, físicas y psicológicas cuyas causas están en ese rechazo.
Sin ir más lejos, los cánceres que sufren los niños y niñas cuando son adolescentes, el síndrome poliquístico que sufren chicas muy jóvenes (que se lo ha transmitido su madre, posiblemente, que a su vez, se lo transmitiría la madre de su madre, que también tuvo hijos de un hombre al que rechazaba...)....
Los científicos llaman a esto enfermedades genéticas, pero habría que llamarlas de transimisón psicosomáticas de las madres hacia sus hijos, por sentimientos de rechazo y aversión hacia al padre.
Lo que sucede, en realidad, es, que, en el fondo, la mujer no desea tener ese hijo, lo cuál es totalmente normal y su propio cuerpo y su mente, a nivel subconsciente, lo rechaza. Pero claro, es un pecado abortar ¿Verdad? ¡Hay que tener ese hijo, pase lo que pase y sea cuáles sean las consecuencias físicas y psicológicas que va a sufrir esa criatura y ese futuro ser que crecerá con taras y problemas que no se sabe de donde vienen, o, sea cuáles sean las consecuencias, físicas y psicológicas, que esa madre sufrirá.
Las consecuencias de ser hijos indeseados son muy graves y nos afectan, sin saberlo, originando actitudes inconscientes e inexplicables de ira y rebeldía en los hijos, que, posiblemente, han recibido esas emociones durante todo el tiempo que han estado gestándose en el vientre de una madre llena de aversión y odio y otras malas emociones.
Como liberarse de esa ira, como liberarse de ese odio tan lejano, que no es nuestro, sino una herencia?¿Como liberarse de la fustración y de la debilidad?
!Aquello que lo produjo, puede curarlo¡
Y, ¿ Qué lo produjo? La brutalidad, la falta de delicadeza, la falta de tacto.
La mujer es como una flor, frágil y delicada.
Lo que uno da a una mujer le es devuelto.
Dale comida y te dará alimento.
Dale una casa y te dará un hogar.
Dale cariño y te dará amor.
Dale amor y te dará el cielo e hijos bellos.
Dale brutalidad y te devolverá odio y rechazo.
Dale problemas y te dará el infierno.
El sexo, correctamente utilizado, con delicadeza, puede ayudarnos a superar nuestros más profundos complejos y nuestras más profundas heridas, si lo hacemos con delicadeza y cariño y no como si fueramos bestias.
Es muy importante el estado emocional de la madre durante, no solo la gestación, sino, también, en el momento de ser concebida, en la salud física y psicológica de sus hijos ¡Muy importante!, pero esto no importa a los fanáticos defensores de la vida, que quieren ganarse un lugar en el cielo y en el universo, haciendo sentir culpables a las desdichadas e incomprendidas mujeres de este dichoso mundo samsárico en donde nos ha tocado renacer, una y otra vez.
¡Ni en el reino animal sucede lo que sucede en la especie humana!
¡Vaya por Dios!
Amén.
Le sugiero que lea el artículo publicado "Consejos para las futuras madres"
Manuel Vázquez
En Panillo, a 25 de cotubre de 2019.
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