El miedo y la inocencia
El miedo nace de la ignorancia, de la debilidad y de los traumas causados por violencia, abuso o brutalidad, que han generado dolor, rechazo y aversión a la experiencia que produjo dolor, producen fobia, que generan a su vez, odio.
A veces el trauma no ha sido doloroso, no ha habido violencia, pero ha habido presión, brutalidad, nos han obligado a hacer algo que temiamos por desconocimiento o ignorancia, por falta de experiencia.
La mayoría de los traumas y complejos se generan cuando somos niños. Los niños no tienen experiencia, son vulnerables, indefensos, débiles y eso les hace estar llenos de miedo y desconfianza hacia lo nuevo o hacia lo desconocido.
Una persona débil, es vulnerable e, inevitablemnte experimenta o siente miedo, temor, desconfianza, inseguridad.
Si la debilidad se asocia a la ignorancia, al desconocimiento, a la inocencia pues el temor y el miedo y la cobardía asociada al miedo de conocer o experimentar algo nuevo, es mucho mayor . Y, si, ha habido una experiencia trumática en el pasado, el miedo a experimentar de nuevo la experiencia es todavía muchisimo mayor y sentirá pánico, terror, aversión, fobia, paranoia y psicosis.
El miedo nos hace sentir vulnerables, nos vuelve desconfiados, propensos al temor, a la inseguridad, a la paranoia y a la cobardía. Nos vuelve débiles, vulnerables y fáciles de manipular o controlar y someter.
Para deshacer los traumas y los complejos, debemos de generar mucha serenidad y fuerza, generar compasión dentro de nosotros y también, generar mucha sabiduría, luz, para deshacer la ignorancia.
Estas cuatro cosas: Serenidad, fortaleza, sabiduría y compasión son las armas que pueden deshacer el miedo, los traumas y los complejos que todos los seres humanos hemos generado desde niños y en la vida, llena de amenazas y de brutalidad por todas partes y, que se ceba siempre con los débiles e inocentes.
Nadie está libre de miedos, nadie está libre de temor, de inserguridad, de desconfianza, nadie. Nadie está libre de algún tipo de trauma, de fobia,de aversión, de dolor, de complejos, nadie.
El ser humano nace inocente, sin experiencia. Por tanto, nace lleno de ignorancia y de temor y por ello, es vulnerable y sensible y propenso a experimentar miedo y traumas e infinidad de complejos, que de una u otra manera, lo invaden sutilmente y lo vuelven temeroso y cobarde, desconfiado e inseguro, como un niño.
El ser humano nace siendo un niño y muere siendo un niño, lleno de ignorancia, temor y debilidad. Nace de la oscuridad y vuelve a la oscuridad, sin haber despertado del sueño de la inocencia.
Triste realidad la nuestra, triste realidad la de este mundo.
Toda persona que desee recuperar su inocencia original, libre de traumas, de miedos, de complejos, tiene, inevitablemnte, que apelar a las tres fuerzas primarias que habitan dentro de sí, pero, especialmente, a las fuerzas de la Diosa Madre, a Tara, a Kundalini, para que nos libere de todo temor e invocar a su hijo, Thenresi, Jesús, Buda, lleno de amor y compasión, para que podamos perdonar nuestro propio dolor. Debemos también invocar al Buda de la sabiduría, Manyusri, par que corte nuestra ignorancia con su espada.
Estas tres fuerzas nos liberan del miedo, del odio y de la ignorancia.
Nuestra Madre Divina Kundalini
Nuestra divina madre kunalini, nos ayuda a deshacer el miedo y a recuperar la inocencia. Kundalini exige humildad y mansedumbre y rectitud.
Chenresi, buda de la compasión
El mantra de Chenresi "OM MANI PAME JUNG" nos ayuda a abrir el loto del corazón y generar amor y compasión, a deshacer el odio.
Manyusri, Buda de la sabiduría
Manyusri corta la ignorancia con su espada y nos llena de sabiduría, con el libro de texto que porta en su mano izquierda.
Recitar el mantra de Manyusri, todos los días, nos ayuda a disipar la ignorancia y la ofuscación y la pereza mental.
Para generar fuerza y serenidad, debemos implicar y combinar una disciplina física y una disciplina mental, como lo es la práctica de las postraciones, los cinco ritos tibetanos, caminar mucho y practicar meditación Vipassana, haciendo especial hincapié en el soporte de la respiración y en el desbloqueo y la relajación de los centros energéticos del cuerpo, que ya hablamos en un capítulo anterior.
NOTA:
Una persona con problemas de depresión o ansiedad, o desequilibrios de indole emocional o psicológicos, normalmente no está en condiciones de acometer una disciplina de meditación y si lo intenta, es posible que abandone el intento y termine frustrado y con más crispación, e incluso, con un empeoramiento de su estado. Para estas personas, siempre es mucho más recomendable, apelar a una disciplina de tipo físico, como caminar mucho, tener una buena alimentación, adquirir buenos hábitos, hacer mantras y plegarias, hacer los cinco ritos tibetanos o yoga de larga vida, hacer postraciones, leer el libro, titulado"Un curso de milagros", en el caso de que la persona sea devota o tenga fe...
Las postraciones, el yoga tibetano, los mantras, la meditación, no son necesariamente prácticas que estén asociadas a algo devocional o religioso, son técnicas, nada más y pueden ayudar a culquier persona, sea cual sea su credo.
Si la persona es devota, pues estupendo y si no lo es, pues también es estupendo.
La técnicas que aquí proponemos son válidas para cualquier persona y pueden ser útiles, sea cual sea su credo.
Sea como sea, es innegable que si una persona es creyente, pues siempre es preferible creer en algo que no creer, pero, cuando se trata de ayudar a alguien a curarse de una enfermedad o dolor, la devoción no suele ser suficiente. Puede serlo para una persona con intensa fe, para una persona muy fortalecida o entrenada...pero no todo el mundo tiene esa capacidad. Hay personas capaces de asegurar que la fe puede curar y lograr cualquier cosa y claro que es posible, pero la inmensa mayoría de las personas enfermas y con problemas no logran curarse solo creyendo o teniendo fe, orando o haciendo plegarias...muchas de ellas acaban desistiendo de su fe porque no obtienen respuesta o resultados.
Nosotros no estamos en contra de la fe y la devoción, pero sí en contra del fanatismo religioso, de la ignorancia, la superstición, de la brujería y del paganismo, así como del oportunismo y del marketing espiritual de occidente, en donde podemos incluir a los nuevos sanadores curanderos y videntes, que surgen por doquier, como si el don de sanar se pueda lograr ,simplemente, realizando cursillos e iniciaciones de fin de semana,de gemas curativas, regresiones, cartas astrales, reiki, flores de Bach, hatha yoga, etc. etc. etc. Y venga, ¡Todo el mundo a hacer cursillos y a obtener iniciaciones y a ejercer de sanadores, curanderos y videntes! ¡Y a Cobrar...!
No vamos a negar que el reiki es algo que puede sanar y ayudar a una persona, si la persona que lo práctica está movido por la compasión y el deseo de sanar, así como de cierta pureza.Tampoco vamos a negar, que ciertas terapias, como las flores de bach, puedan también ser útiles, o el hatha yoga. Según para qué cosas, todo puede ser útil.
¡Es increible, como por todas parte podemos encontrar infinidad de carteles, anunciando cursos y terapias de este tipo y lo más curioso, es que hay mucha gente que paga por estos cursos y a veces, grandes sumas de dinero!, tanto aquellos que buscan una salida a sus males, como aquellos que ven una oportudidad de hacer dinero, dado, que está de moda ¡y mucho!.
Lo curioso del caso es, que cuando se trata de ofrecer un curso serio, un conocimiento serio, transmitido por maestros serios, pero no ofreces iniciaciones ni diplomas, ni certificados de asistencia, la gente no le da valor o, te critica porque es muy caro y te dicen que cobras mucho. O si les dices que hay que tener disciplina y continuidad, esfuerzo para lograr un resultado...pues huyen despavoridos, porque buscan algo que sea milagroso y si es posible, que sirva para sentirse exclusivos y especiales porque te han dado un diploma o certificado de asistencia, aunque no sirva nada más que para impresionar algún pobre desgraciado, que busca, desesperadamente, un remedio mágico para sus males.
La gente prefiere pagar, sea lo que sea, por aquello que sea exótico, exclusivo, que les haga sentir especiales, aunque no sirva realmente para nada, pero que pueda atraer fácilmente a otra gente a la que sacarle su dinero, de manera fácil, gente que busca iniciaciones y exclusividad, o una manera de pasar el tiempo.
¡Dichoso mundo este!
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