Si una persona tiene problemas de salud, ya sean problemas de salud física o problemas de tipo moral o emocional o psicológico, si una persona tiene problemas de tipo material, o si una persona tiene personas a las que quiere y tienen estos problemas, debe saber, que existe una fuerza dentro de cada uno de nosotros que puede ayudarnos o interceder por la curación de otros, si somos devotos o si desarrollamos fe y devoción en dicha fuerza, la cuál puede ayudanos a superar cualquier problema que tengamos, sea de la índole que sea, siempre y cuando, llevemos una vida correcta y no nos estemos haciendo daño o se lo estemos causando a otros, siempre y cuando no estemos, con nuestros hábitos y nuestras propias tendencias psicológicas y emocionales de nuestro ego, causando el problema y seamos nosotros mismos la causa del problema y formemos parte del problema.
En dicho caso, necesitamos que alguien interceda por nosotros y nos ayude a ver, que la causa del problema somos nosotros mismos y nos aconseje.
Muchos de los problemas por los que pasamos, tienen su origen en nosostros mismos, en un desconocimiento de nosotros mismos, o en una abosulta vulnerabilidad e impotencia de cambiarnos a nosotros mismos, aún y cuando podamos ver que el problema o la causa somos nosotros mismos, nuestra manera de ser, un hábito, un problema de carácter o personalidad...no lo hacemos a propósito, somos víctimas y no vemos como podemos cambiar. En este caso, la mitad del camino para la resolución de los problemas,ya está hecho, porque vemos y reconocemos la, o las causas, aún y cuando no sabemos como corregirlas.
Una buena manera de vernos y conocernos a nosotros mismos, con objetividad, no como nos gusta vernos o como nos dicen los demás que somos, es, a través de la práctica de la meditación.
Solo en un estado de serenidad y observación interior, podemos descubrir nuestra psicología y nuestra manera de ser sutil y saber qué es lo que nos mueve realmente en nuestras vidas y que es lo que hace que nuestra vida sea un campo de batalla o una carrera de obstáculos y una fuente constante de infelicidad.
Pero, hay casos, como sugerimos, en que realmente, no parecemos ser nosotros mismos la causa o no vemos la causa o los errores , no intencionados, que puede haber por nuestra parte, que sea causa de o de los problemas por los que estemos pasando o no comprendamos las causas por las que una persona allegada o a la que queremos, pueda estar pasando por una situación desagradable o indeseada.
Sea como sea, nada es casualidad, todo lo que ocurre, bien sea a nosotros u a otros, siempre tiene una causa, siempre.
Tal vez, la causa esté en algo que hicimos mal en el pasado y lo que nos está sucediendo o le esté sucediendo a esa otra persona, sea una lección o experiencia por la que debe pasar de manera inevitable, pero aún así, debemos tener devoción y fé y esperanza y apelar a la fuerza interior de Dios Madre, que está dentro de nosotros, si somos devotos y, si adquirimos un compromiso de realizar buenas obras, para compensar un posible mal karma desarrollado en el pasado.
La devoción y la fe son un arma muy buena, que nunca se deben desestimar, pero, debemos de asergurarnos, de que nosotros no estemos generando el problema o seamos parte del problema, porque, es este caso, el problema jamás tendrá solución, tengamos fe o no la tengamos y, estemos pidiendo la solución de un problema o necesidad, sin ver la fuente real que lo está causando, que somos nosotros mismos.
En este caso, si oramos o pedimos con intensa fe y devoción algo o por algo, la única respuesta que recibiremos es silencio, o tal vez, veamos, que hasta es posible, que los problemas se vuelvan más grandes todavía.
En dicho caso, lo mejor que podemos hacer, es pensar e intuir, que es posible, que necesitemos desarrollar la paciencia y la humildad y pedir ver qué es lo que estamos haciendo mal o hemos hecho mal y que la causa seamos nosotros, sin saberlo y que no estamos realmente preparados para tener o recibir aquello que pedimos, necesitamos, o creemos necesitar.
A veces, nuestras necesidades están cubiertas, lo tenemos todo o casi todo, pero no somos felices y en realidad, lo que sucede es que somos muy ambiciosos o materialistas y/o nos sentimos vacíos, porque la carencia que tenemos es una carencia afectiva, o nos sentimos vacíos y no sabemos como darle sentido a nuestra vida y vivimos la vida sin ninguna otra finalidad que trabajar y comprar y tener cosas, que finalmente, no nos satisfacen.
Como desarrollar devoción
Si una persona necesita algo o cree necesitar algo, o desea lograr algo para alguien, por quién siente compasión porque está pasando por alguna calamidad, enfermedad o lo que sea, podemos apelar a la fuerza de Dios Madre, que está dentro de cada uno de nosotros, tanto en el corazón, como en forma de energía sexual, en el fuego interior de Kundalini.
Kundalini
Kundalini es Dios Madre. En Oriente y en Occidente, pero sobre todo en las culturas de Oriente y en el pasado, ha sido representada como un serpiente, que asciende por la médula espinal, desde los órganos sexuales, hasta el cerebro, o saliendo de la frente, como la representaban los antiguos egipcios, simbolizando la realización o la iluminación, el triunfo total del espíritu, "La Cristificación, la Budeidad, la máxima Santidad, la Iluminación"
En nuestra tradición Cristiana, la iluminación ha sido representada en forma de Paloma, o con el halo de los santos.
Sírvase recordar el Bautismo de Jesús, cuando recibió al Espíritu Santo. Esto es solo un símbolo, al igual que el bautismo.
Las aguas representan las aguas seminales o el esperma sagrado, que el iniciado aprende a utilizar y a transmutar y sublimar dentro de su cuerpo, a través de la meditación, la oración, las plegarias, los mantras o, cuando tiene consorte y practica el sexo sagrado.
En todos estos casos, estamos trabajando con las aguas del esperma, con el bautismo de Juan, que representa o simboliza el bautismo de los recién nacidos.
"Yo te bautizo con agua, pero vendrá quién te bautizará en Fuego y en Espíritu, dijo Juan"
El verdadero bautismo es el bautismo del fuego del Espíritu, cuando éste entra en el iniciado que ha elevado a Dios Madre hasta su cerebro y hasta su corazón y se desposa con su esposo, el dios Shiva, el Espíritu Santo... a través de la meditación y el desarrollo de la pureza y la compasión.
Quién no se bautice en Espíritu, no se librará del Samsara. El Bautismo del agua de los recién nacidos, es solo un símbolo y no sirve para nada.
Nadie va a ir al infierno por no bautizarse cuando es recién nacido. Al contrario, el bautismo es como un compromiso o una invitación que se nos hace, para lograr el verdadero bautismo, que es el que realmente importa y, si no le logra, entonces, renacemos en el samsara, que es la antesala del los mundos sumergidos de energía, en los que renacemos en la rueda cíclica del samsara,en el mundo de los animales y los espíritus ávidos, sino nos liberamos.
Si deseamos desarrollar fe y devoción a esta fuerza, si llevamos una vida correcta, claro está, si respetamos el Shila(Leáse el articulo titulado "Los preceptos del Shila y la Serpiente", podemos hacer lo siguiente, sin antes recordar las palabras de Jesús:
"Qué Padre, si su Hijo pide pan, le dá una serpiente"
Y yo digo: ¿Qué madre, si su hijo pide auxilio, no viene presurosa para ayudarle?
Preparación del altar. Plegaria o invocación.
Nos valemos de una imagen que simbolice el aspecto tierno de Dios madre, el aspecto bondadoso y misericordioso y compasivo de esta fuerza que nos ha traido a este mundo y que puede liberarnos del mismo y que reside en nuestro interior.
Le damos forma en forma de una Virgen, de una mujer, en una imagen, ya sea cuadro o fotografía, de tamaño A4, o A3, o más grande. Ponemos nuestra imagen en un altar,que debe estar en la penumbra o a oscuras, de manera que cuando nos sentemos ante el altar, éste quede a la altura de nuestro corazón y le ponemos ofrendas de vino, agua, flores y algún alimento vegetal, como frutos secos o cereales. Ponemos cada ofrenda en un cuenco diferente. Le ofrecemos también una luz tenue, de color amarillo naranja, o una velita. Echese en el agua una gotita de perfume o esencia natural de alcanfor y rosa.La ofrendas ser cambiarán cada tres diás, a excepción del agua, que puede rellenarse.
Sentémonos ante nuestro altar, que debe quedar a la altura de nuestro corazón, juntemos las manos y hagamos la siguiente invocación.(Es una pequeña plegaria, en tibetano, es muy corta, pero tiene una entonación especial que logra un estado de vibración muy especial y logra la vibración de Kundalini, de Dios Madre. Trataramos de hace una grabación para que se escuche el tono, pues el tono de la invocación es fundamental)
La plegaria debe recitarse con las manos juntas, durante 20 ó 30 minutos, hasta que sintamos una presencia real ante nuestra imagen, dando la impresión de que ésta toma vida.
La plegaria es la siguiente:
"DUNYI NANKA YESUMAR DASO DRUGKUN KIAB SU CHI, YANCHU MON PEI SEN KIENNE, SAMMOI LALA YU PARYI".
Invocación a tara(Escucha la Entonación de la plegaria mp3)
Cuando sentimos la energía ante la imagen, así como una voluoptusidad o vibración especial en nuestro corazón, podemos parar y permanecer con los ojos cerrados, en silencio, con las manos juntas, o conlas manos entrecruzadas, a la altura del pubis, con la espalda erguida relajados y quietos, sintiendo esa presencia... o podemos proseguir con la invocación, si lo deseamos y pedimos llenos de fe, lo que necesitamos, tanto si seguimos con la invocación, como si hemos parado y permanecemos quietos, con las manos juntas. Podemos permanecer con el canto de la plegaria el tiempo que deseemos, pidiendo de corazón ante esa madre o virgen, a la que le hemos dado forma, que hace de vehículo de manifestación de nuestra madre interior, Kundalini.
Lo ideal sería hacer las plegarias de Tara, acto seguido, pero con esto sería suficiente.(Las plegarias de Tara forman parte del ritual tibetano de Tara. Son unas plegarias de texto bastante extenso, que hay repetir unas cuantas veces)
Nuesta mentalidad occidental necesita de una imagen familiar, para simbolizar y vincular la energía interna de dios madre, con la imagen del cuadro, que hace de vehículo de devoción y meditación. Nos resultaría muy difícil familiarizarnos o identificarnos con una imagen que no comprendemos muy bien, no la asociaríamos correctamente y es posible que pudiera surgir algún tipo de rechazo o miedo inconsciente, si la representamos en forma de serpiente, o con la forma de una Diosa Oriental desconocida para nosotros.
En el Budismo del tibet, dios madre se le conoce con el nombre de Tara. En India, se le conoce con el nombre de la vaca sagrada, "Devi Kundalini" En Japón es "Amaterasu" En nuestra tradición cristiana, la simbolizamos con la Virgen María.
En el Judaismo, no se venera a la Virgen.
Una vez hemos sentido una sensación de presencia y hemos estado en silencio ante nuestro altar, podemos levantarnos y hacer, si lo deseamos, los cinco ritos tibetanos o yoga de larga vida, un yoga especial que trabaja la energía de kundalini. También, sería ideal que hicieramos, al menos, 25 postraciones, en dirección a nuestro altar.
Esto le daría mucha más fuerza a nuestra práctica de devoción y sus resultados, un estado de serenidad y confianza y tranquilidad. Esto es lo que nos proporciona el tener Fé.
Hágase esta práctica al levantarse, por la mañana y antes de acostarse, todos los días. Cuánto más se realice, más fuerza adquirirá nuestra devoción y nuestra fé y nuestra conexión con esa fuerza interior de Dios Madre.
Diferentes representaciones de Dios Madre
Amaterasu, la diosa del sol y de cielo, en Japón.
El amor y la protección de dios madre
Virgen Mirian, amor y protección.
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