A cada segundo puedes escoger entre pensar o sentir tu respiración. De esa decisión depende, que a cada segundo sufras con tu mente o seas feliz. Si centras tu atención en una sensación, dejas de pensar. Adiestra tu atención en esto y aprenderás a meditar y a dejar de sufrir. Centrar la atención en algo es tomar conciencia, percibir que ese algo es o existe. El pensamiento en si no puede percibirse o sentirse y por tanto, no es nada. Sin embargo, aparenta ser algo sólido, real y consistente, capaz de parecer real y con capacidad de modificar o condicionar nuestras reacciones y decisiones, casi que sin ningún tipo de control. ¡No pienses, respira y siente! Si centras la atención en tu pensamiento, sufrirás, porque le pensamiento, normalmente, es sufrimiento. Si centras tu atención en tu respiración, ya no lo haces sobre tu pensamiento y, por tanto, controlas tú tu propia mente y no tu mente a tí. En esto yace el secreto de la meditación, en centrar la atención de forma consciente y evitar que la mente divague y nos lleve al dolor. 7 de enero de 2020 Existe una clara diferencia entre sentir o percibir y pensar. En lo primero, la atención se centra en algo que no tiene ninguna consistencia y, en lo segundo, hacia algo sólido que sí tiene consistencia y puede percibirse y sentirse. Un pensamiento ni es sólido ni puede sentirse, no es nada, no tiene ninguna consistencia. Para qué centrar la atención en algo inconsistente? Nadie es lo que piensa, sino lo que percibe y siente, porque el pensamiento en sí, no es nada. El problema del pensamiento, es, que si es intenso, puede generar emociones violentas y las emociones ya tienen cierta consistencia y capacidad real para hacer sufrir, porque, uno es... Read more →
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