Todas las tensiones que nuestro cuerpo puede acumular, se producen por consecuencia de un estado mental y/o emocional, producido por sensaciones y percepciones y experiencias externas, o por una causa endógena o interna. Pero, sean cuáles sean las causas, es la mente, el cerebro quién, a través del sistema nervioso central, situado en el cerebro y, el sistema periférico, formado por la médula espinal, que se bifurca, a su paso por cada vértebra de la columna, para llegar a los órganos y a cada músculo de nuestro cuerpo, quién envía señales a las diferentes partes de nuestro cuerpo, cristalizando, en alguna de estas zonas, una tensión mental o emocional, en forma de contractura, dolor, tensión, molestia y, finalmente, cuando se trata de algún órgano, lo hace enfermar o trabajar de manera inadecuada. Por tanto, toda tensión física está acompañada de una tensión nerviosa, que, partiendo del cerebro, se transmite a través de la médula espinal. Cerebro y médula espinal Son, por tanto, el cerebro y la médula espinal, los primeros en sufrir las mismas tensiones que se reflejan o cristalizan en nuestro cuerpo y, es a través de ellos, que dichas tensiones se reflejan en el cuerpo. Por tanto, cuando una persona tiene una tensión muscular o algún dolor, debería de preguntarse o pensar lo siguiente: "Mi cerebro y mi médula espinal están en tensión por alguna causa, que no llego muy bien a ver, definir o comprender" "Por tanto, si los relajo, puedo conseguir que desaparezca la transmisión de esas tensiones, a todo mi cuerpo, aún y cuando no comprenda el origen de esa presión, de esa preocupación, de ese temor, que incluso, pueden estar operando a nivel subconsciente" ¡Ningún músculo se pone en tensión, si no es porque esa tensión surge del cerebro y se transmite a través... Read more →
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