Es como un beso
Es como un beso, que me sabe a poco.
es como un beso, que me besa el alma,
es como un beso, que me vuelve loco,
y arranca versos, que surgen de la nada.
Mi amor por tí, es el mayor de los milagros,
porque de él surgen todos los demás;
Sin él (tu amor), no vería ni el cielo ni las estrellas,
ni las flores, ni los aromas que inundan mi alma;
sin él, no vería corazones en el suelo, sin él,
yo no vería nada.
Tu eres la luz, el rayo de mi vida,
que atraviesa mi conciencia y la despierta
sin lamentos,
una tormenta que limpia las heridas, que cura el alma
atormentada, por el tiempo.
En Panillo, a 14 de mayo de 20217.
Cuando pienso en tí
Cuando pienso en tí, todo es poesía
y cuando no, el alma mía sube hasta el cielo,
llena de gozo y amor, busca el alma mía,
busca reposo en tu sagrado lecho.
Pensando en tí, yo en nada pienso,
que no sea amarte y darte besos y quitarte hasta el aliento,
y revivirte, en el sagrado lecho,
donde yo encuentro lo que había perdido,
en un suspiro, del amor eterno.
Y allí cuál niño,
como un niño travieso,
yo juego un poco, con tu sagrado cuerpo,
y beso con amor, lleno de gozo,
cada recodo, palmo a palmo,
hasta llegar al cielo;
En donde se halla lo más bello de tu alma,
sin saberlo.
No sé que tienes
No sé que tienes, querida amada mía,
no sé que tienes que tú me vuelves loco,
bajas del cielo y me llenas de alegría
y el corazón late, de amor lleno,
inflamado, poco a poco.
Serán tus ojos o tu pelo, ¡no me digas!,
no digas nada, será tu bello rostro,
cuando lo veo, me llenas de poesía,
de algarabía, que me vuelve loco.
Sin pensamiento y sin nada, yo me quedo,
quedo, muy quedo, vacío por completo,
lleno de nada y de nada lleno,
cuando miro el brillo
de tus brillantes ojos.
Yo ya no sé
Yo ya no sé, qué quieres, tú, mi vida.
yo ya no sé, qué quieres tú, mi alma,
yo ya no sé, porque te lo doy todo
y más que todo, es como no dar nada.
Porque no encuentro nada ya que darte,
que darte amor y verte enamorada.
Yo ya no sé, que pasa ya en mi vida,
lo dejo todo, lo que en mi vida pasa,
cada vez que yo te veo ¡Niña!,
que por perder, hasta yo pierdo el habla.
y en blanco quedo, queda mi pensamiento,
dentro de mí, que ya no queda nada,
solo tu amor puede rescatarme,
del trance de mi alma.
Manuel Vázquez.
¡A todas la mujeres del mundo, con amor!
En Panillo, a 14 de mayo de 2017
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