El sexo y el amor. El sexo debe utilizarse como un medio de relajación, como una manera de expresión de cariño. El cariño es algo que nos relaja, como lo hacen las caricias, las buenas palabras, la música relajante, un bálsamo, un masaje. El sexo debe ser utilizado para relajarse y revitalizarse, al igual que un masaje, no para alterarse, excitarse, provocarse, violentarse y desvitalizarse y acabar extenuados y aburridos, sin fuerza ni luz. No debemos de renunciar al sexo, si realmente lo necesitamos, o si no estamos preparados, tranquilos, serenos en el espíritu, lo suficiente como para no tener problemas con esta energía o fuego del espíritu. La represión del sexo conlleva muchas veces tanto daño como lo hace el abuso. No es posible renunciar al sexo si no existe una pacificación profunda en nuestro espíritu. Es posible llevar al espíritu a esa paz profunda, a la dicha, si sabemos utilizar el sexo como un elemento de pacificación y revitalización del corazón y la mente. El sexo, en realidad, no es algo del todo animal, es algo sagrado también, si lo usamos como un medio de expresión de amor y cariño. El sexo existe en el mismo átomo, pero ahí, todavía no se ha convertido en lo que nosotros lo hemos convertido. El sexo es, en realidad, una forma de expresión de amor del espíritu. Cuando lo usamos así, las criaturas que surgen de ese tipo de sexo no tienen el karma de renacer con el ego animal. Si no queremos transmitir el ego animal a nuestros hijos, debemos de utilizar el sexo con sumo cuidado, como quién hace una operación quirúrgica, con mucho tacto, consciencia y delicadeza. El sexo sirve para convertirnos en lo que ya somos, sirve para degenerarnos y convertirnos en bestias, o puede servir para... Read more →
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