EL EGO
Mira como el ego se alimenta,
mira, como engorda el muy canalla,
mira, o mejor no mires, tu conciencia desgraciada.
Mira como el ego se alimenta,
mira, la comida a quién reclama,
mira y dáte cuenta que te llama,
mira, que eres tú, no mires nada.
Mira, o véndate los ojos,
mira, o cae por el abismo,
mira, como aguardan, como lobos,
esperando, con agrado, tu destino.
Manuel Vázquez, a 5 de febrero de 1992.
23:05 pm miércoles.
A veces
A veces me canso de la vida,
a veces, no sé por donde ando,
a veces, no sé lo que pretendo,
a veces, no sé que es lo que quiero.
A veces, me canso y abatido,
caigo vencido y paso frío,
a veces, como un animal herido,
que ya no puede levantarse.
A veces, me canso en esta vida,
de tropezar con piedras gigantescas,
a veces, muros infranqueables,
a veces, como fuertes rejas.
A veces me canso y no hago nada,
y creo que tal vez lo he hech0 todo,
y creo, que tal vez hice gran cosa,
resulta, que apenas he hecho nada.
Resulta, que a veces estoy sin fuerzas,
y se me van la vida y la esperanza,
resulta, que a veces tengo miedo,
y un frío intenso, que me congela el alma.
Y a veces no sé si estoy perdido,
a veces, no sé si encontraré el camino.
en donde luce el sol de la mañana,
a veces, no sé que aguarda mi destino,
a veces, por no saber, ya no sé nada.
¡Cuánto quisiera no encontrarme sólo!,
y que alguien me levante si he caído,
y que alguien me estreche entre sus brazos,
como a un niño.
Porque a veces, siento no ser nada,
me abandonan la fe y la esperanza,
y encuentro que estoy sólo en el camino,
tan sólo encuentro que me encuentro sólo,
tan sólo encuentro que estoy perdido.
Tal vez, no soy digno de ninguna ayuda,
tal vez, estoy condenado a la locura,
por parajes fríos, desolados,
donde no existe esperanza alguna.
De hecho, ya perdí toda esperanza,
aunque sé que no debo de perderla,
aunque sé que siempre existe una salida,
para aquél, que incluso, se queda sin ella.
Yo no sé, ya, que es lo que me queda,
después de perder toda esperanza,
después de perder todo en mi vida,
después, de que ya no me queda nada.
Tendré tan solo sufrimiento,
como si éste hubiera sido poco,
tendré que morirme de tormento,
tal vez, hasta volverme loco.
Más yo sé, que todo es impaciencia,
que todo tiende siempre a verse negro,
que así, como lo bueno pasa,
también lo malo, aunque sea más lento.
Y así, tal vez, tarde o temprano,
todo quedará en el olvido,
todo quedará cuál pesadilla,
como un sueño, que hizo ver negro tu destino.
Más, por desgracia, el sueño no ha acabado,
y quiero despertar y no despierto,
de este sueño, que me tiene aturdido,
cuál pesadilla del alma y desolado.
Maldigo el sueño, que no quiere terminarse,
maldigo el tiempo, de tanta pesadilla,
maldigo el frío, que me congela el alma,
a las tinieblas, el resto de mis días.
Manuel Vázquez.
A 6 de febrero de 1992.
15:11 pm Jueves
La conciencia
Es tal la fuerza de la conciencia despierta,
que tiemblan las tinieblas y luchan lo imposible
para que no despierte.
y sacan sus garras y atacan con fuerza,
para que no despierte, la pobre conciencia.
Ella es como un niño, sumido en el sueño,
que no oye el mandato de su Rey y dueño.
Más, si lo escuchara,
sí despertaría, del terrible sueño,
que se le imponía.
Y como un vasallo, como un caballero,
abriría el paso que lleva a su reino.
Fuerte con la espada, todo temblaría,
ante el fuego eterno de la luz, Mi vida!
Todos a su paso, rodarían cabezas,
así que despierte la pobre conciencia.
Si tu despertaras, ¡Qué feliz me harías!,
del sueño maldito, ¡Mi pequeña niña!.
Ahí viene tu Madre, vestida de blanco,
trayendo la espada, debajo del manto.
Ahí viene Cibeles,"Tonantzin", "María",
a abrirte las puertas de las maravillas.
Corre y no desmayes, que hay luz, "Cenicienta",
corre y ve a tu reino,
¡Oh, pobre conciencia!
Manuel Vázquez.
a 4 de marzo de 1992 Miércoles 10:29 am.
Mucho tendré.
Mucho tendré que luchar sobre mi mismo,
para ser digno de tí ¡Doncella mía!,
muchas cabezas, al filo de la espada,
rodarán en la noche, hasta que llegue el día.
Y llegaré hasta tí, después de mil batallas,
con las que quise conquistar tu vasto reino,
tú eres el estandarte de mi esperanza,
tu eres la reina y yo el guerrero.
Y seré incansable en mi servidumbre,
y seré el guardián que te proteja,
no dormiré mientras tú no duermas,
yo velaré por tí, mi amada reina.
yo te sacaré de entre el abismo,
del sueño en que te aturden las pesadillas,
yo te rescataré, del negro sueño,
yo te despertaré, ¡pequeña niña!
No temas, ya todo se ha acabado,
y toma asiento ¡Reina, en tu trono!
y deja, que a tus pies, yo, como un niño,
que yo me duerma y me muera de gozo.
Sólo tú, sentada, me llegará el descanso,
de tantas guerras, por tu vasto reino,
sólo Tú, por Ti, ¡mi dulce amada!,
eres tú la Amada, de mis sueños.
Ya no son mis sueños, ansias de riqueza,
ya no busco reinos que buscaba,
ya no son mis ansias, ansias de grandeza,
ya no son lo que son, ya no son nada.
Eres tú todo lo que ambiciono,
ers tú todo, yo no soy nada,
eres tú, por ser, lo eres todo,
eres tú, quién arde en mis entrañas.
Manuel Vázquez.
en Ferrol a 9 de marzo de 1992. 20:33 pm
A veces busco
A veces busco, dentro de mi mismo,
la causa de todos mis problemas,
la causa de todos mis pesares,
la paz también y la dicha, plenas.
A veces busco la luz del sol que alumbra,
a veces, la luz de las estrellas,
a veces, busco, pero solo encuentro,
una pequeña chispa, entre las tinieblas.
Más esto no importa, es más que suficiente,
porque si hay chispa, ¡Todo puede encenderse!,
si avivo el fuego, latente, de mi alma,
con voluntad, como una espada ardiente.
Haré subir la luz de mis entrañas,
haré subir al foso de mi mente,
con voluntad, el fuego de mi alma,
y mi conciencia, no podrá, ¡Jamás desvanecerse!
Manuel Vázquez
28 de noviembre de 1991.
Jueves 23:50 pm
Voy más allá
Voy más allá de esconder
mis defectos,
voy más allá de la
simple apariencia,
¡lucho en batalla,
encarnizada guerra!,
siendo mi yo
el propio enemigo.
Busco el misterio
y lo que es divino,
no sólo en mí,
también en los hombres,
busco la paz, también
la armonía,
busco el sentido
de lo que es la vida.
Quiero borrar lo que es el deseo,
aniquilar al yo que codicia,
destrozar al yo que traiciona
y descubrir la verdad del silencio,
entre el ruido de sucias mentiras.
No busco amor, amor de los hombres,
aquél que ama y solo es deseo,
aquél que duele y desilusiona,
aquel que muere como la sombras,
que ocultan preciosos destellos.
Busco una herencia,
legado de un dios,
que aún no ha muerto
y yo he de morir,
busco una estrella brillante, no más,
busco el milagro que me hace vivir.
1º
Soy ciego, pero a una rosa
Por su fragancia la siento,
Cuando te huelo, mi vida,
Despierto.
Cuando te cojo en mis manos
y te llevo hasta mi pecho
y de tu cuerpo, el aroma,
perfuma el sagrado lecho,
se abre una brecha en mi alma
y el corazón descubierto,
late, con raros latidos,
muy dentro.
Bendigo la vida entera,
bendigo al sempiterno,
bendigo a tu bella alma,
que encierra tu hermoso cuerpo.
2º
Tu eres, con mi alma,
mi mayor tesoro y riqueza,
perderte a ti sería como perderla a ella,
vivir sin ti, sería como no tenerla.
sería como un rey sin trono,
o como un labrador si tierra,
o como un herrero sin yunque,
o com0 un carro sin yegua,
como un arquero sin arco,
o como un arco sin flechas,
como un guerrero sin espada,
o como una espada sin fuerzas.
si tú no estás en mi vida,
¿para qué tenerla?
3º
Y como el hierro grosero
que al rojo vivo se templa,
entre ascuas encendidas
y golpes, que la atormentan,
así, alma de mi vida,
te entrego mi vida a ciegas
para que hagas de mí una espada,
que afilada en las tinieblas
haga temblar a demonios
y a dioses de las esferas.
Así yo, ¡amor mío!,
¡fórjame de esa manera!
con el candor de tus labios
y las llamas de tu hoguera,
con tu amor apasionado,
sediento, del agua fresca.
me hundo en ti, ¡amor mío!
y agito tu alma tierna,
que despierta adormilada,
y adormilada despierta,
entre suspiros de amor
y del amor sedienta.
Como una brisa a las llamas,
avivo yo a quién me templa
y entre las chispas de un eterno gozo,
surgen,
los truenos, de nuestra conciencia,
embriagada de vapores
y de la olorosa esencia,
como un licor destilada
subiendo por nuestras vértebras.
Como a una espada, ¡amor mío!
¡fórjame en tu herrería!
¡fórjame, amada herrera!
¡fórjame!, amada esposa,
madre, hermana y compañera.
¡fórjame de una vez por todas
y haz de mí un hombre espada,
¿a qué esperas?
4º
Me atraes y me calientas
y en tu hoguera, ¡amor mío!,
me fundes y me templas
y a veces me derrito,
embrujado por tu belleza
y tu cuerpo ¡tan bonito!
y de su finas caderas.
Y en tu regazo, mi vida,
tu corazón se hace mío
y en la selva de tu cuerpo,
me calientas.
De la humedad de tus besos,
surgen las nubes
y con tu aroma, y el perfume
que emana de tu cuerpo,
me refrescan.
5º
No necesito flores ni paisajes
¡te tengo a ti!
no necesito valles, ni perfumes.
tu eres el cielo, el aire y la tierra,
tu eres un nido lleno de estrellas,
el paisaje preferido de mi alma,
eso eres tú.
La pureza
A lo femenino
DEJAR DE PENSAR EN TI,
HA SIDO LO MÁS DIFÍCIL
DE MI VIDA,
DEJAR DE PENSAR EN TI
Y DARTE,
POR PERDIDA.
PORQUE FUISTE,
COMO EL ALMA
QUE DA VIDA,
PORQUE FUISTE
COMO EL CIELO,
QUE COBIJA.
QUE COBIJA CUÁN
LAS FLORES,
A UNA HORMIGA,
EN MEDIO DE LA TORMENTA
Y LA AGONÍA.
PORQUE ERES COMO EL SOL
QUE NOS ALUMBRA,
Y ARROJAS DEL ALMA HERIDA,
LAS PENUMBRAS.
POR ESO ME CUESTA TANTO,
OLVIDARTE,
PORQUE HICISTE DEL CORAZÓN,
UN ESTANDARTE.
TEÑIDO DE MUCHO AMOR,
QUE NO DE SANGRE.
Y LO DEJASTE VOLAR
TAN LIGERO,
QUE POR ESO NO PUEDO OLVIDAR,
QUE TE QUIERO
Y QUE OLVIDARTE, MI VIDA,
NO PUEDO, NO PUEDO, NO PUEDO.
¿QUÉ PUEDO HACER
PARA DEJAR DE AMARTE?
¿QUE PUEDO HACER PARA OLVIDARTE?
SI ERES UNA PARTE DEL ALMA,
QUE ESTÁ MUY ADENTRO,
MU DENTRO, MUY DENTRO, MUY DENTRO.
DE QUÉ SIRVE ENAMORARSE
DE QUÉ SIRVE TODO ESTO,
SI LUEGO DESAPARECES,
COMO UN BARCO,
COMO UN VELERO,
MAR ADENTRO.
DE QUÉ SIRVE ESCUCHAR
LA BRISA,
DE QUÉ SIRVE ESCUCHAR
EL VIENTO,
SI EL SIEMPRE SE LLEVA,
LO QUE MÁS DESEO.
SI ME TUVISTE EN TUS BRAZOS,
¡SERÍA UN SUEÑO!,
QUE TUVE YO EN TU REGAZO,
Y DEL CUÁL, NO DESPIERTO.
SI ME DISTE O ME QUITASTE
YA NO LO PUEDO DECIR,
SI ME DISTE O ME ROBASTE,
EL MÁS PROFUNDO SENTIR,
YO NA SÉ SI OLVIDARTE,
O MORIR,
COMO SE MUEREN LOS SUEÑOS,
COMO SE MUERE, EL MORIR,
YO NA SÉ SI OLVIDARTE,
ASÍ, ASÍ, COMO ASÍ.
Dedicado al Aspecto Femenino que nos da la Vida,
A la Mujer y al Amor.
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