El dolor es una señal de que está ocurriendo algo, así como la ansiedad es otra señal de que está ocurriendo algo.
Es razonable y humano intentar buscar la sanación, la eliminación del dolor y de la ansiedad, pero no debemos olvidar, que éstos son señales de que hay algo que está enfermo,de que hay algo que está produciendo ese dolor,esa ansiedad y por tanto,si eliminamos totalmente el dolor o la ansiedad, sedando totalmente nuestro sistema nervioso, o captador sensorial, a nivel cerebral o periférico, tendremos la falsa idea o sensación de que no pasa nada en nuestro interior,de que no hay nada enfermo o que esté produciendo ese dolor o el malestar físico o nervioso. Por tanto, estaremos enmascarando u ocultando la causa y no buscaremos una solución para la curación,sino que nos limitaremos a usar sedantes para los nervios, o analgésicos.
Esto es comprensible y humano, pero es importante no superar la línea en la cuál se elimina totalmente el dolor o totalmente la ansiedad,de manera que perdamos conciencia total de que existe un problema que abordar,una enfermedad que curar y crear por otro lado,una dependencia hacia una sustancia,sea natural o sintética, que si no dispusiéramos de ella,nos originaría un síndrome de abstinencia,de tal manera, que el dolor o la ansiedad que deseamos frenar, se vuelva más intenso y más violento,de forma que sentiremos la necesidad de usar el sedante o el analgésico,con obsesión y avidez,para poder eliminar los síntomas que se han vuelto más violentos o virales, que demandarán o exigirán dosis cada vez mayores de la sustancia medicinal,droga o estupefaciente que utilicemos para sedar el dolor o calmar la ansiedad.
Lo mismo sucede si utilizamos alcohol. Es lo mismo.
Tomar un poco de alcohol puntualmente para relajarse no es un problema o cualquier otra droga, pero sólo puntualmente,de lo contrario,si lo hacemos de continuo,sin buscar el remedio a la causa, solamente sedando el cuerpo o el cerebro,estaremos creando una fuerte dependencia qué originará otros problemas, incluso mayores en nuestro sistema nervioso o en nuestro cuerpo, además de volvernos dependientes,adictos hasta el punto,en algunos casos,de robar e incluso matar para obtener la sustancia o la medicina.
Esto, solamente,de por sí, ya es una señal de que una sustancia está transformando, modificando, trastornando, enfermando colateralmente nuestra personalidad,nuestra conducta, nuestro comportamiento,como somos,e incluso, nuestros valores como personales.
Ya no digamos los efectos perniciosos sobre nuestra voluntad y nuestra conciencia, dado que,una sustancia que seda el cuerpo o el cerebro, está sedando nuestras células,nuestras neuronas, provocando una conducta pasiva,lenta, cuando no se termina anulando totalmente, llegando a convertir a un individuo,en alguien irresponsable, inconsciente de si mismo y de sus actos,volviéndolo olvidadizo, pasivo,perezoso,abandonado, despreocupado totalmente, ocioso,sucio, desordenado... irresponsable consigo y con lo que le rodea.
Esta es la peor de las enfermedades que uno puede tener,la de enfermar su voluntad,su personalidad,su forma de ser,su esencia,sus valores valores que le permiten expresarse y manifestarse como individuo y ser útil,de alguna manera,en el mundo o en la sociedad....lo que es lo mismo,arruinar la oportunidad que la existencia nos brinda para manifestarnos.
Visto todo esto ¿ qué podemos hacer ante el dolor,el sufrimiento,la enfermedad y los traumas que originan tanto sufrimiento en el ser humano y lo obligan a buscar alivio, desinhibición, paz serenidad, tranquilidad, felicidad?
La respuesta es : Aliviar es correcto, pero sin llegar a camuflar o anular totalmente los síntomas de la enfermedad,sin buscar la causa y generar un daño mucho mayor y casi irreparable en nuestra conducta o en nuestra personalidad , evadiendo totalmente nuestra conciencia del problema o posible causa, que sigue sin ser resuelto.
Existen alternativas,de ellas hablaremos más adelante en este post o en uno nuevo.
El sueño nocturno es necesario, pero convertirnos en enfermos, en noctámbulos toda la vida y para siempre, arruinando nuestra mente y nuestra conciencia y nuestra voluntad es lo peor que uno puede hacer, porque estaremos añadiendo más dolor y mas enfermedad,de tal manera, que ya será irreparable, al anular la herramienta,la única y más poderosa que tiene un ser humano, que es su conciencia,su voluntad,su capacidad de elegir y decidir,su capacidad de discernir y ser consciente de si mismo y tomar el mando de su libre albedrío, con sentido común,para ser feliz y ser útil.
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¡Que la salud y la paz te acompañen!
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